Foto: Cuartoscuro / Archivo Inmuebles considerados patrimonio histórico y en hospitales el proceso tardará más, debido a lo complejo de las reparaciones  

El responsable del Programa Nacional de Reconstrucción, David Ricardo Cervantes Peredo, declaró que para finales del próximo año se estima que concluirán los trabajos de reparación de escuelas, centros de salud y el mayor porcentaje de viviendas dañadas por los sismos de 2017.

El funcionario declaró que en inmuebles considerados patrimonio histórico y en hospitales el proceso tardará más, debido a lo complejo de las reparaciones, pero en escuelas y viviendas se espera concluir a finales de 2020.

“Nuestra expectativa es que al término del año que entra ya no haya escuelas pendientes u otros centros de salud, y ver con las viviendas porque luego vamos encontrando lugares donde nadie fue”, dijo.

A dos años de los sismos del 7 y del 19 de septiembre, que provocaron daños en la infraestructura de diversas entidades, el avance general de la reconstrucción es del 64 por ciento en los rubros de salud, educación y cultura, mientras que en vivienda es de apenas 26 por ciento.

Adelantó que para el término de este 2019, esperan llegar a un 71 por ciento de manera general y a 41 por ciento en el tema de vivienda.

El también subsecretario de Ordenamiento Territorial detalló que respecto a las metas que se planteó la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu), en este 2019 hay un avance del 30 por ciento.

Para este año, se destinaron ocho mil millones de pesos adicionales a los recursos del Fondo Nacional de Desastres y de las aseguradoras para los trabajos de reconstrucción.

Abundó que el Programa Nacional de Reconstrucción está contemplado en el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) del siguiente año, y continuará hasta que concluyan por completo las obras.

“El programa no acabará hasta que se termine de atender a todos, no podemos decir se acaba el año que entra y el que no fue atendido ya ni modo, sino que concluirá hasta hasta que se hayan reconstruido todas las escuelas, los centros de salud y las viviendas que hacen falta”, expuso.

Sobre la fiscalización de los recursos, Cervantes Peredo afirmó que existe total transparencia en el manejo de lo destinado a los trabajos de reconstrucción, ya que el Fonden tiene un mecanismo de control muy estricto.

Compartió que desde el proceso de transición del nuevo gobierno federal se hizo un trabajo administrativo y de planeación para continuar con las obras e iniciar nuevos trabajos.

“Para el diseño del programa intentamos hacer un diagnóstico lo más cercano a la realidad, porque no se contó con bases de datos ni con información precisa, en el caso de la vivienda solo se conocía cuantas tarjetas se habían entregado, no hubo información sobre cómo se había llevado”, dijo.

Mientras que el número de damnificados aumentó entre un cinco y 10 por ciento respecto a lo reportado por la pasada administración federal, luego de unir diversos censos de estados y organizaciones civiles.

Asimismo, comentó que la entidad que presenta mayor atraso en la reconstrucción es Puebla, debido a los procesos electorales por los que atravesó el estado en los últimos dos años.

“Esto es en términos relativos hablando de porcentajes por estados, porque si lo vemos por números absolutos diríamos que es Oaxaca, porque ahí el número de daños rebasa cualquier estado”, detalló.

El comisionado Nacional de la Reconstrucción destacó que en esta nueva etapa existe sinergia entre los diferentes niveles de gobierno, instituciones y organizaciones de la sociedad civil.

“Hoy sí podemos decir que hay una colaboración y lo principal, la participación de la gente, se está trabajando con la gente, cada vivienda que se hace es con la participación de los beneficiarios”, aseveró.

Puntualizó que las acciones de reconstrucción las podrá seguir la ciudadanía a través de la plataforma reconstruyendoesperanza.gob.mx y recordó a los damnificados que ningún trámite tiene costo.

 

CS