Las fuerzas del orden de Francia detuvieron este sábado al menos a 123 manifestantes del movimiento “chalecos amarillos”, que protagoniza su 45 semana consecutiva de protestas contra la política social y fiscal del gobierno del presidente  Emmanuel Macron.

 

Miembros de los llamados “chalecos amarillos” salieron a las calles para protestar en diversos puntos de París, como la plaza de Madeleine, donde la policía antidisturbios empleó gases lacrimógenos para dispersarlos, reportó la cadena francesa BFM TV.

 

Hasta el momento, las fuerzas antidisturbios han realizado 123 detenciones y unos mil 250 controles en los que se incautó bolas de petanca, un martillo y un mortero escondido en un reproductor de DVD, armas que no tienen cabida en manifestaciones autorizadas y pacíficas.

 

Los agentes utilizaron gases lacrimógenos para dispersar a los manifestantes, que se dirigían hacia la avenida de los Campos Elíseos y en la estación de tren de Saint-Lazare y la plaza Madeleine, informó la Prefectura de la Policía de París en su cuenta de Twitter.

 

El gobierno desplegó cerca de siete mil 500 policías para evitar altercados y extremar precauciones ante el temor de la presencia de los llamados “black blocs”, grupos de encapuchados que siembran el caos en las manifestaciones, según el canal de televisión France 24.

 

Como medidas de precaución, unas 30 estaciones del metro fueron cerradas y los Campos Elíseos y los alrededores del Elíseo fueron bloqueados por la policía.

 

Desde el 17 de noviembre pasado, Francia es escenario de masivas protestas impulsada por el movimiento de los “chalecos amarillos”, que se iniciaron originalmente para rechazar el aumento de los precios de los combustibles.

 

A pesar de que el gobierno francés anuló esa medida, las manifestaciones se convirtieron en un movimiento más amplio en contra de las políticas oficiales y sus reformas económicas, incluso las protestas se han extendido a otros países de la Unión Europea.

 

La movilización de los chalecos amarillos coincide este sábado con una protesta convocada por el Frente Obrero contra la reforma de las jubilaciones en Duroc y con una manifestación contra el cambio climático en los Jardines de Luxemburgo.

 

Además, su protesta coincidió con la Jornada del Patrimonio Nacional, que abre a los ciudadanos numerosos monumentos, sitios turísticos y algunos de los edificios más emblemáticos de la ciudad, sin embargo, algunos como el Arco del Triunfo no se sumaron a la convocatoria por razones de seguridad.

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