Hace unos días tuvimos conocimiento de las expresiones misóginas del subdelegado del ISSSTE en Michoacán, José Manuel Mireles, en las que utilizó palabras como “pirujas” o “nalguitas” para describir a esposas o concubinas de los derechohabientes e incluso amistades de los líderes sindicales. Dichas expresiones pusieron en alerta a miles de mexicanas y mexicanos que durante años, hemos luchado para lograr la igualdad sustantiva en nuestro país, ya que con este tipo de lenguaje discriminatorio, se retrocede en la cultura igualitaria.

Ante estos agravios, el titular del Ejecutivo federal únicamente exhortó a que el subdelegado Mireles ofreciera una disculpa pública, manifestando además que no era necesaria su remoción, ya que todos estamos dispuestos a rectificar y a perdonar.

En el mismo sentido, el director del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado, Luis Antonio Ramírez Pineda, reprobó las expresiones del ex líder de las autodefensas y señaló que hará un llamado a que todos los servidores públicos de ese Instituto, se conduzcan con seriedad y respeto.

Ante la permisividad de la 4T, algunas instancias se han manifestado en contra de este personaje, por ejemplo, en la Cámara de Diputados, la Comisión de Igualdad de Género realizó un exhorto al Titular del ISSSTE para la remoción del Subdelegado Mireles, ya que ninguna disculpa pública es suficiente para enmendar los agravios cometidos por dicho servidor público.

Por su parte, las senadoras de Acción Nacional, solicitamos al Titular del Ejecutivo Federal y del ISSSTE, la destitución inmediata del subdelegado, toda vez que sus declaraciones trasgreden, discriminan, legitiman, incitan y naturalizan la violencia contra las mujeres y vulneran a las y los derechohabientes de dicha Institución, sin embargo, el Pleno del Senado de la República solamente aprobó un exhorto al C. José Manuel Mireles Valverde para que presente su renuncia al cargo de subdelegado en razón de las expresiones machistas, misóginas y violentas pronunciadas contra las mujeres de este país.

No obstante lo anterior, parece que al Gobierno le es suficiente el taller que el Sr. Mireles está tomando en materia de derechos humanos, igualdad, y no discriminación por orientación sexual e identidad y expresiones de género, con lo que esperan su comportamiento mejore. A la fecha el doctor Mireles no ha renunciado, ni ha sido sancionado, con lo que pareciera que a nuestras máximas autoridades en el país, no les importa castigar a quienes cometen agravios contra las mujeres, haciendo permisiva y tolerable la discriminación y violencia.

No podemos evadir la realidad de lo que pasa en el país, a las mujeres nos están matando por el simple hecho de serlo, al igual que por ser indígenas o por ser pobres, ya que faltan andamiajes institucionales que nos protejan, incluso, contra los servidores públicos.