El día de ayer, integrantes de la Policía Federal se manifestaron sobre la avenida Circuito Interior, a la altura de la entrada del aeropuerto de la Ciudad de México, impidiendo la circulación. Los elementos de la policía federal protestan porque no quieren formar parte de la Guardia Nacional (GN) y exigen una indemnización.

El gobierno federal ha sido respetuoso del derecho de manifestación. La gente puede protestar por no estar de acuerdo. Incluso, el gobierno de la CDMX en un ejemplo de congruencia con los valores de la izquierda anunció la desaparición del cuerpo de granaderos. El derecho a la libre manifestación está permitido y se ha hecho la consigna de no reprimir ninguna protesta. Pero llegar a extremo de un inicio de puente se pongan los manifestantes a bloquear las entradas de la entrada del aeropuerto es algo complicado.

Es el mismo caso el que sucedió con la CNTE esta semana, cuando bloquearon los accesos de la Cámara de Diputados, impidiendo la entrada y salida de trabajadores y legisladores del recinto legislativo. Muchos diputados se quedaron afuera y ya no pudieron sesionar. Uno de ellos fue Porfirio Muñoz Ledo, quién siempre acertado, los invitó a realizar un ejercicio de Parlamento Abierto, dentro de la Cámara, porque no se resuelve a través de este tipo de medidas. Si de verdad tuvieran la disposición de arreglar la situación, lo hubieran hecho.

Es difícil entender los motivos de su protesta, porque se ha informado que los que deseen ingresar a la GN se respetarán su rango, su antigüedad y sus prestaciones; y a los que no quieran integrarse a la Guardia, se les han dado otras opciones para para ingresar a otros cuerpos de seguridad. Es difícil respaldar su movimiento de protesta porque se les han dado salidas. Vale la pena señalar que no todos los elementos de la policía son los que están inconformes, hay algunos elementos que no respaldan las manifestaciones o este tipo de bloqueos. Incluso ayer, sólo eran alrededor de 200 manifestantes.

De acuerdo con la Encuesta de Seguridad (ENSU) que realiza el INEGI, el 65.3% de la población considera efectivo el desempeño de estas autoridades, es un porcentaje que ha crecido, pues en el 2015, era del 55%. Además, son el 4º cuerpo de seguridad en el que más confía la gente, detrás del Ejército, la Marina y la GN. De continuar con las manifestaciones, tendrá un efecto muy negativo para los manifestantes y para la institución. No le hace bien al país que se pierda la confianza en esa institución, ya que la confianza en los cuerpos de seguridad es indispensable para la prevención del delito y para fomentar la denuncia ciudadana.

Esperemos que este problema se solucione lo más pronto posible, ya que la incidencia delictiva es muy alta en el país y se necesita la participación de todos los elementos de las distintas corporaciones para hacerles frente.

 

* Arturo Ávila Anaya, presidente IBN/B Analitycs y experto en Seguridad Nacional por Harvard (NIS).