Familias mexicanas y visitantes extranjeros esperan en un Zócalo casi lleno la salida de Andrés Manuel López Obrador al balcón presidencial para a las 22:50 horas corear las 20 arengas que lanzará el mandatario federal en el marco del 209 Aniversario del inicio de la Gesta de Independencia de México.

En la plancha de la Plaza de la Constitución se ve el ir y venir de miles de personas, algunas ataviadas con vestimenta típica de las diferentes regiones del país, para festejar su origen mexicano.

Las más extravagantes lucen pelucas tricolores, bigotes, pestañas postizas, grandes sombreros, rostros pintados de verde, blanco y rojo, como la bandera nacional.

Entre los miles de espectadores que esperan a horas de iniciar la tradicional ceremonia del Grito de Independencia, algunos danzantes que participan en el Festival de las Culturas de México caminan por las calles del primer cuadro de la capital en busca de algo qué comer, lo cual no resulta difícil.

Por todas las calles que convergen a la plancha del Zócalo de la Ciudad de México, decenas de vendedores ambulantes o de los llamados “toreros” ofrecen a la grande clientela lo mismo un rico elote con mayonesa y queso, papas fritas, y tamales, que unas quesadillas.

El comercio informal se adueñó de todas las calles que concurren a la Plaza de la Constitución, donde lo mismo se puede comprar un artículo de papelería, que un vestido, blusa o falda típica para la ocasión.

Algunos, a pesar de la restricción que anunciaron las autoridades capitalinas para que no tuvieran tanques de gas o anafres, se arriesgaron y con el uso de ellos en improvisados puestos venden quesadillas, pambazos y otros antojitos típicos mexicanos en plena banqueta de Pino Suárez, Venustiano Carranza y Correo Mayor.

Trompetines, trompetas, huevos rellenos de confeti o de harina, matracas, manitas tricolores de plástico que al agitarlas suenan como aplausos, sombreros de palma desde pequeños hasta enormes y hasta disfraces de vestimenta típica para mascotas, venden los informales.

En las calles también están los restaurantes para todas las economías, desde los muy “fifís” hasta los de tacos de canasta, que lucen llenos.

A pleno rayo del Sol, las miles de familias que se han reunido en esta fiesta de color, música y baile, esperan y disfrutan desde diferentes puntos las danzas regionales de las 32 compañías de ballets, que ejecutan magistralmente en un templete colocado frente a la Catedral Metropolitana.

Aún faltan poco más de cuatro horas para el Grito de Independencia, pero la fiesta sigue en este céntrico espacio de la ciudad, mientras la gente espera.

LEG