La “muy buena noticia” sobre el cierre de las renegociaciones con empresas de los contratos de gasoductos se cayó por la coyuntura política que rodea al director general de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), Manuel Bartlett, y por el tino del presidente Andrés Manuel López Obrador de colar datos históricos en su ya clásica Mañanera.

La apertura de la conferencia fue con el anuncio de que Bartlett acabó de transformar el pleito de los contratos “leoninos” en acuerdo, en este caso con la empresa Fermaca.

Por bloqueos de manifestantes, los invitados especiales de Bartlett carecieron de anfitrionía, pues tuvieron que entrar por una puerta alterna donde hubo empujones por el tumulto.

El titular de la CFE explicó los términos de la renegociación del contrato; el Presidente reconoció su trabajo y la disposición de los empresarios, y entonces abrió la ronda de preguntas que fueran sobre el tema.

Sin embargo, Bartlett le dio la palabra a un reportero que le preguntó por la investigación que se abrió entorno a su declaración patrimonial por presuntamente ser falsa.

“Esta pregunta, muy relacionada con los gasoductos, la voy a contestar con todo gusto… Jamás se me ha acusado de corrupción en todos estos años. He manejado muchos recursos en diversas funciones y todo está en mi declaración patrimonial”.

El jefe del Ejecutivo salió en su defensa, por segunda ocasión, pues acusó que era un reportaje que respondía a intereses creados neoliberales.

Al Presidente se le cuestionó sobre las elecciones de 1988, se aludió a la caída del sistema, de la que se señala a Bartlett, quien era secretario de Gobernación.

El funcionario dejó de jueguetear con sus dedos y optó por otros ademanes para decir al Presidente: “No, no, no, ¿para qué contesta? Déjelo así”, y el mandatario optó porque él diera respuesta.

Finalmente, Bartlett se limitó a recomendar su libro donde explica el hecho, incluso resaltó que le daba oportunidad para que se convirtiera en un best seller.

LEG