Será hasta hoy en la conferencia mañanera cuando conozcamos, desmenuzado, el alcance del paquete económico entregado ayer a los diputados por el secretario de Hacienda, Arturo Herrera.

Sin embargo, por lo que se alcanzó a conocer la tarde del domingo, el presupuesto para 2020 apenas crecerá, lo que concuerda con una estimación del crecimiento de la economía para el próximo año menor a 2%.

Es decir, será un presupuesto austero, austero, austero.

No hubo engaño.

El jueves de la semana pasada, el propio secretario Herrera, subió un video a las redes sociales en el que explica gráficamente cómo está la situación de la economía nacional en un entorno de disputas comerciales mundiales.

La explicación ya adelantaba el camino por donde iría el presupuesto.

El precio del barril del petróleo será, en 2020, más bajo que en este año; el tipo de cambio rondará los 20 pesos por dólar; eso sí, la inflación estará en la meta de 3% anualizada.

Habrá que ver con detenimiento las explicaciones sobre los recursos asignados a educación y salud, sobre todo a éste último, dado que en lo que va de 2019 es el sector en donde más quejas se han registrado por la reducción presupuestal.

Herrara dijo a diputados que el Gobierno prioriza los sectores de bienestar social, energía –régimen fiscal de Pemex– y seguridad para el próximo año.

De cómo se distribuirán los recursos y cuáles serán los programas afectados nos enteraremos hoy; y en el transcurso de la semana se conocerán igualmente los recursos que se destinarán a los programas estrella del lopezobradorismo, que seguramente contarán con los fondos suficientes.

Pero, lo que se podía concluir a bote pronto del paquete económico, es que no creceremos a 4% –si llegamos a 2% el 2020 será ganancia– y que el sistema de salud nórdico prometido en tres años, tampoco será posible.

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En el INE se les está haciendo bolas la licitación del arrendamiento y administración de su parque vehicular.

La licitación ya tuvo un ganador, pero el resto de los competidores se inconformó ante el órgano interno de control, que aparentemente habría ordenado la reposición del proceso.

Esto no ha ocurrido y corre la versión de que el propio INE estaría buscando ampararse en contra ¡de la decisión de su propio órgano de control!, lo cual parece inverosímil.

Como sea, con los ojos de la sociedad puestos en el INE, gracias a las críticas casi cotidianas que les receta López Obrador, al organismo autónomo no le queda margen para dejar dudas.

Seguro el presidente Lorenzo Córdova ya tomó conocimiento del asunto.

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El presidente Andrés Manuel López Obrador estuvo el fin de semana en Tamaulipas, una entidad marcada por la violencia, sobre todo en los municipios que hacen frontera con Estados Unidos.

Allí pidió a los delincuentes “que le bajen, que ya se porten bien’’ y después dijo que la delincuencia es como la corrupción.
“Fuchi, guácala’’, remató.

Seguro que ahora sí el gobernador Francisco Javier Cabeza de Vaca quedó satisfecho con el apoyo que tanto había pedido a la Federación.