La exposición No fui yo, fue México, presentada en el Museo Nacional de las Culturas del Mundo, estará vigente hasta el 29 de septiembre.

La colección fotográfica muestra la vida cotidiana de los refugiados antifranquistas españoles que, en noviembre de 1940, México decidió apoyar otorgando refugio..

Esto se logró con la ayuda del diplomático Gilberto Bosques, quien fungió como cónsul en Francia de 1939 a 1944, durante este tiempo pudo salvar la vida de 40 refugiados de diversos países.

La exposición que marca este importante periodo en la historia de México se logró mediante una colaboración entre el Centro de Estudios de Migraciones, el Fideicomiso Centro Histórico de la Ciudad de México, la Fundación Tomás Segovia y Exilios de la UNED.

A través de las fotografías se narra la vida de los antifranquistas en el país, niños, mujeres y hombres a los que se les ofreció un refugio y la nacionalidad mexicana. México se negó a reconocer durante 30 años el gobierno de Francisco Franco, a cambio defendió y ayudó a los exiliados españoles dándoles servicio médico y otras atenciones para mejorar sus condiciones de vida.

Los exiliados españoles fueron hospedados en Cháteau de Rhynalde una mansión que sirvió como refugio, en el archivo fotográfico se puede apreciar como las personas ayudaban a poner la mesas para comer y como atendían a los enfermos.

 

PL