Hoy se cumplen exactamente ocho días de que diversas gasolineras en Nuevo Laredo Tamaulipas se niegan a vender combustible a los cuerpos policiacos, municipales, estatales y militares.

Lo anterior pese a que estos grupos de gasolineras tienen contratos en los que están obligados a surtirles la gasolina tanto a las Policías estatales como a los miembros del Ejército.

De acuerdo a los empresarios y a los empleados de esas estaciones el suministro lo niegan debido a que fueron amenazados por el Cártel del Noreste (CDN) de que, si suministraban gasolina a elementos de seguridad, les iban a incendiar las estaciones.

En ocho días las respuestas de las autoridades federales ha sido increíble, pues a la fecha sólo existe una carpeta de investigación en la que se analizan los motivos por los que estas empresas están negando el servicio.

Pese a que es al propio Ejército al que se le está negando el suministro del combustible, el Gobierno federal no ha ordenado incrementar el número de efectivos en la entidad, ni tampoco custodiar y poner vigilancia en las estaciones amenazadas.

Lo que han hecho es ir a los Estados Unidos, llenar pipas y custodiarlas de regreso a Nuevo Laredo para que en las bases militares se les ponga combustible a los vehículos.

Es decir, el Gobierno federal ha dejado en ocho días ganar la batalla al crimen organizada, y anunciar que está investigando a las empresas. En la semana la Secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, señaló que al momento no existía ninguna denuncia de los empresarios afectados.

Pero si están amenazados y prefirieron negar la venta a policías y militares imagínese usted qué valor podrían tener estos empresarios para denunciar, si es que en ocho días el propio Estado mexicano ha decidido ver a la distancia el problema y decir que en los próximos días lo resolverá.

El caso de esta amenaza, por parte del crimen organizado, es una llamada de atención para todos, no sólo se trata de una afrenta sino de la forma en que el crimen organizado esta midiendo el actuar de la llamada Guardia Nacional y de lo que pueden tardar en llegar a reaccionar.

Por el momento la labor de los policías estatales en Nuevo Laredo y de los elementos militares en ese municipio no es la de la seguridad de los ciudadanos, sino la de custodiar las pipas que llegan de Estados Unidos a Nuevo Laredo y con las cuales se tendrán que surtir.

En la semana durante su conferencia de prensa matutina en Palacio Nacional, Andrés Manuel López Obrador respondió, luego de ser cuestionado sobre lo ocurrido en Nuevo Laredo, que se está trabajando para resolver la situación, luego este fin de semana visitó Tamaulipas y lo único que refierió es que los índices delitivos en la entidad son los que más han disminuido respecto a otras entidades.

Pero sobre el reto al estado, sobre lo que ocurre en Nuevo Laredo no hubo comentario y sigue sin haber una acción que nos demuestre que se está combatiendo a la delincuencia. Ojalá y esta semana veamos que el Estado reaccione y en verdad resuelva la situación en Tamaulipas, porque de lo contrario este fenómeno podría replicarse en otras entidades y ese es el verdadero peligro.