La parafernalia y exclusividad en torno al Informe Presidencial del 1 de Septiembre terminó, debido a que empresarios, políticos y funcionarios, entraron y salieron de Palacio Nacional, sin mayores dispositivos de seguridad, mezclados entre el tumulto de simpatizantes, ciudadanos, prensa, ambulantes y policías de tránsito congregados en el Zócalo capitalino.

Sin embargo, para el mensaje de Andrés Manuel López Obrador, al igual que en anteriores informes, a Palacio asistió la élite económica, política y social del país y el discurso del Presidente fue similar al de sus antecesores en duración y formato, así como la distribución de los asistentes.

Contrario a lo ocurrido en otros sexenios, ayer, en Palacio sólo un par de elementos de la Policía Militar custodiaron la entrada al recinto donde más de 500 invitados se dieron cita para escuchar al mandatario informar sobre el estado que guarda el país.
Los invitados empezaron a llegar desde las 9 de la mañana, empresarios como Carlos Slim y Emilio Azcárraga, así como políticos como Ricardo Monreal y Marcelo Ebrard caminaron entre la multitud y sortearon a decenas de medios de comunicación y ciudadanos para ingresar a Palacio, sin mayor protocolo que mostrar su invitación.

En anteriores informes, las vallas metálicas impedían el acceso a Palacio por lo menos unos cinco metros antes de la entrada, los invitados entraban directo con sus autos a camionetas para descender en una puerta especial para recibirlos, donde pasaban varios filtros de seguridad a cargo del Estado Mayor Presidencial.

Sin embargo, el informe de López Obrador fue diferente, ya sin Estado Mayor, la policía de Tránsito de la Ciudad de México se encargó del operativo en la periferia del recinto. Varias camionetas de escoltas que transportaban a invitados, intentaron hacer una fila en uno de los carriles de la avenida que rodea al Zócalo, lo cual, fue impedido por los agentes locales.

A las 11 de la mañana se cerraron las puertas de Palacio Nacional, y unos minutos después, llegó el gobernador de Hidalgo, Omar Fayad, quien recibió rechiflas de los simpatizantes del Presidente por haber llegado tarde a la cita.

En el tiempo que duró el mensaje presidencial, cientos de simpatizantes del jefe del Ejecutivo se congregaron en la Puerta Mariana de Palacio, echaron porras al presidente, uno de los elogios más coreados fue el que lo ha acompañado desde 2006: “es un honor estar con Obrador”.

Los fans presidenciales se mezclaron con decenas de vendedores ambulantes, que ofertaban muñecos de peluche del Presidente, playeras con la frase ‘Me cansó ganzo’, banderas con la imagen de López Obrador y otros artilugios.

Tras culminar el mensaje presidencial, cientos de personas se abarrotaron en las puertas de Palacio, con la idea de que el jefe del Ejecutivo saliera a saludarlos; sin embargo, se generó un caos, porque los funcionarios, gobernadores, empresarios y políticos salieron por esas mismas puertas, lo que provocó que sus guaruras corrieran hasta la entrada de Palacio para buscarlos, rodearlos y sacarlos de entre la multitud.

Los ciudadanos congregados reconocieron a personajes como el senador Martí Batres, y el director del IMSS, Zoé Robledo, quienes tardaron más de media hora en subirse a sus vehículos porque tuvieron que tomarse selfies y atender diversas demandas ciudadanas.

Pasada más una hora de terminado el mensaje, la población comenzó a dispersarse con la desilusión de que el Presidente no salió a saludarlos.

 

Contrastes

Anteriores informes

-Las inmediaciones del Zócalo eran cerradas y sólo se permitía la entrada a invitados.

-Con vallas metálicas se amurallaba el Palacio Nacional a unos cinco metros de su puerta principal y decenas de elementos de EMP, hacían imposible acercarse.

-Los invitados especiales entraban con sus vehículos hasta la puerta de Palacio; al final salían en una especie de pasarela, algunos daban entrevistas, y sus vehículos los recogían ahí.

 

Informe AMLO

-Ninguna vialidad fue cerrada a la circulación.

-Las vallas que rodeaban a Palacio Nacional fueron levantadas, sólo un par de elementos de la Policía Militar custodiaban cada puerta.

-No hubo acceso especial para invitados, sus vehículos los dejaban en la acera contigua a la Catedral Metropolitana y de ahí caminaban entre la multitud.

LEG