Presumió logros, resaltó números, tuvo autocrítica y pronunció reconocimientos; sin embargo, el Presidente Andrés Manuel López Obrador optó por cerrar su discurso del Informe de Gobierno presentado ayer con un dardo hacia sus opositores, quienes – ha su consideración – no sólo está nerviosos sino desquiciados.

“Están moralmente derrotados porque no han tenido oportunidad de establecer un paralelo entre la nueva realidad y el último periodo neoliberal, caracterizado por la prostitución y el oprobio, que se ha convertido en una de las épocas más vergonzosas en la historia de México.

“Si seguimos actuando en forma ética, y aplicando con voluntad firme la política de moralizar la vida pública, nada ni nadie podrá detener la aplicación del principio supremo de la soberanía del pueblo, y el interés nacional se impondrá a los hombres ambiciosos seducidos por el falso brillo de lo material y lo mezquino”.

De esa derrota desligó a la iniciativa privada, pues están cooperando con la Cuarta Transformación, incluso han aceptado que el interés general está por encima del interés particular, y no son beneficiados con el “ofensivo privilegio” de la condonación de impuestos.

Hizo menciones especiales para Carlos Slim, de Grupo Carso, los consejos Coordinador Empresarial y Mexicano de Negocios, Manuel Bartlett, titular del CFE, por renegociar contratos de gasoductos.

A Carlos Bremer de VALUE Grupo Financiero, quien participó en una subaste del gobierno, y cuyas ganancias permitieron otorgar becas a deportistas: “No sé si lo invitamos. Ni siquiera lo invitamos, pero bueno, ahí se va a enterar que ya le reconocimos su gesto”, expresó el mandatario lo que causó risas entre los presentes.

Para los paisanos que enviaron hasta 16 mil 845 millones de dólares incluso promovió un aplauso.

También agradeció a las Fuerzas Armadas por aceptar el desafío de atender la inseguridad sin violar derechos humanos.
Se dice orgulloso de detener caída de petróleo

La separación del poder económico del poder político, la Garantía de un Estado de Derecho y terminar con lujos de la burocracia fueron parte de los primeros logros que enumeró.

En el discurso, que duró una hora y 35 minutos y generó al menos 33 aplausos hacia él, acentuó que se bajó el robo de combustible hasta en 94%, número que lleva a cuestas la pérdida de 137 personas en la explosión de Tlahuelilpan, Hidalgo, así como decenas de heridos, y que es un “orgullo” el haber detenido la caída de la producción petrolera.

Superar la amenaza arancelaria que hizo el Gobierno de Estados Unidos, implementar el programa de Zona Franca en la frontera norte, liquidar todos los contratos que se habían firmado para el proyecto del aeropuerto de Texcoco “sin deber absolutamente nada” fueron otras acciones que destacó.

Además, de crear 300 mil empleos formales y aumentar el salario mínimo en 16 por ciento.

Falta de medicamentos, injustificable

El sector salud se sumó a los faltantes que ha reconocido, pues aunque se creó el Instituto Nacional de Salud para el Bienestar, en sustitución del Seguro Popular, el abasto de medicamentos es un pendiente.

“Si los refrescos y los alimentos se distribuyen, es injustificable que no ocurra con las medicinas. Tenemos que tener un buen mecanismo de distribución de medicamentos, abasto y distribución de medicamentos”.

Aunque en seguridad “no son buenos los resultados”, reiteró el desafío de pacificar al país.

Mientras que en materia económica también resaltó que se ha crecido poco, pero sin caer en recesión.

 

Sin quórum completo

Aunque se manejó la cifra de 500 invitados, el vacío en el Día del Presidente, se realzó en la parte trasera del público, pues al menos hubo 60 sillas vacías, incluso tres de ellas en la tercera y cuarta fila, de la parte media del público.

Entre los ausentes estuvieron los presidentes de los partidos de oposición mas no así la líder de Morena, Yeidckol Polevnsky.

LEG