Foto: Reuters La decisión fue una de las primeras señales de un impacto económico concreto de la controversia sobre los incendios, que según el presidente brasileño, Jair Bolsonaro, están bajo control  

Los incendios que están causando estragos en la selva amazónica están agravando el estrés sobre el clima y el medio ambiente mundial que se desencadenó inicialmente por los fuegos excepcionales de este verano en el Ártico, informó la Organización Meteorológica Mundial.

La OMM confirmó que los incendios no solo están confinados a Brasil y partes de Perú, Bolivia y Paraguay, sino que también se están viendo fuegos generalizados en zonas tropicales de África, como Angola y Europa.

En el Amazonas se han detectado más de 3 mil incendios del 1 al 24 de agosto, según la Agencia Espacial Europea, y los científicos que utilizan satélites de la NASA han confirmado que se trata de un año muy activo.

La actividad de incendios en el Amazonas varía considerablemente de un año a otro y de mes a mes, y alcanza su punto máximo durante la estación seca de Brasil, de julio a octubre. Agosto de 2019 ha sido testigo de un aumento notable en incendios grandes, intensos y persistentes que se propagan a lo largo de las vías principales en la Amazonía central brasileña, según científicos del Laboratorio de Ciencias de la Biósfera en el Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA.

El Sistema de Monitoreo de la Atmósfera de Copérnico (CAMS) de la Unión Europea informa que los incendios han liberado 255 millones de toneladas de dióxido de carbono a la atmósfera del 1 al 25 de agosto, así como grandes cantidades de monóxido de carbono.

Las partículas y los gases de la quema de biomasa pueden transportarse a largas distancias, afectando la calidad del aire en regiones lejanas.

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