La receta mágica para encarar un proyecto de regeneración que se corrompe tanto por la exageración como por la negación de principios no existe.
Los tiempos corren y la estaban metiendo en aprietos.
En un contexto político y a unos días del Primer Informe de Gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, se produce un discurso que la vuelve a llevar a la línea de flotación.
Cuando vio amenaza su posición de privilegio por nuevas formaciones que reclaman ser atendidas, presenta una nueva forma de abrir la puerta a un nuevo pacto o, bien, enfrentar la necesidad de neutralizar la fuga de votantes.
Como “verdadera” representante de la voluntad del pueblo, Claudia Sheinbaum, jefa de Gobierno de la Ciudad de México, hace un anuncio que millones de personas mayores que exigieron el cambio esperaban.
Su intención fue no dejar ningún resquicio de duda, pero sólo para unos cuantos miles de habitantes de la CDMX: “Del 13 al 17 de septiembre son alrededor de 600 mil adultos que ya tienen su tarjeta de Bienestar; los otros son los del ISSSTE, del IMSS, etcétera.
Entonces si nos ayudan, por favor, de nuevo: ya no se va a recibir el apoyo en la Tarjeta Rosa, sino sólo en la tarjeta de Bienestar, y el depósito no se hará el 1 de septiembre, sino a partir del 13 de septiembre de este año; el depósito es bimestral ahora”.
Según cálculos, más de siete millones de adultos mayores censados en todo el país exigen la misma respuesta.
Para quienes todavía comparten la inquietud, la jefa de Gobierno asegura que “son pocos los beneficiarios que no tienen este nuevo plástico debido a que no se les localizó en sus domicilios, pero si no la han recibido, pueden acudir a los módulos conjuntos del gobierno de la ciudad con la Secretaría de Bienestar del Gobierno federal”.
El anuncio está hecho, y para limitar la fuga de votantes cabreados y bastante castigados, el deslinde de la jefa de Gobierno de la CDMX: “A partir de septiembre ya todo va a ser del Gobierno federal. Se hizo un esfuerzo muy grande en estos tres meses en los que firmamos un convenio y colaboramos en apoyar en la distribución de las tarjetas de Bienestar para que en septiembre ya todos tengan su apoyo”.
Y más dinero para validar su discurso, aunque se fomente la mediocridad. Para la jefa de Gobierno, los niños que sacan 6 de promedio se sienten discriminados de los que sacan 10, por eso becas para todos.
Claudia Sheinbaum anuncia: “El próximo mes se depositarán en las tarjetas de uniformes y útiles escolares los 330 pesos del programa Mi Beca para Empezar, a los estudiantes de primaria y secundaria”.
Y así de nuevo en la terna: Ebrard, Monreal y Sheinbaum.