Elementos de Servicios Periciales llevan a cabo las labores de inspección en el centro nocturno “Caballo Blanco”, donde la noche del pasado martes se perpetró un ataque que derivó en la muerte, hasta ahora, de 29 personas.

 

La actividad en el perímetro aledaño a la calle de Román Marín, entre Ignacio Zaragoza y Constitución, se lleva a cabo con normalidad y continuamente se pueden apreciar los convoyes de elementos de la Guardia Nacional que vigilan la zona.

 

Sin que hasta ahora haya una información oficial sobre los primeros veredictos de la inspección, los peritos entran y salen del lugar y conversan bajo el Sol, en lo que agentes de la Policía Municipal resguardan el acceso a la calle, de manera que sólo se puede ver su actividad desde Ignacio Zaragoza.

 

Durante un breve recorrido por la zona, los vecinos de la zona y comerciantes, con la debida prudencia y cierto temor, comentan que hasta hace unas semanas la situación en la zona se encontraba tranquila, por lo que existe el miedo de que con este hecho se reactiven los hechos violentos por cobro de derecho de piso o ajuste de cuentas.

 

“La verdad no sabemos qué pasó”, se supone que con la llegada de la Guardia Nacional las cosas se habían tranquilizado, pero con esto ya no sabemos qué pensar, revela uno de los comerciantes aledaños al lugar y que al igual que el resto, pide que no se le identifique por temor.

 

Por lo pronto, transcurre la mañana mientras que por avenida Ignacio Zaragoza circulan los vehículos con la carga que la caracteriza cotidianamente, con un peculiar atasco a la altura de Román Marín, donde elementos policiales, prensa y uno que otro curioso permanecen a la expectativa.

gac