Irán no hablará con Estados Unidos hasta que se levanten todas las sanciones impuestas a Teherán, sostuvo ayer el presidente Hassan Rouhani, un día después de que el presidente estadounidense, Donald Trump, dijera que se reuniría con su homólogo iraní para intentar poner fin a la disputa entre ambos países.
Trump dijo el lunes que se reuniría con el presidente de Irán en las circunstancias adecuadas para poner fin a una confrontación que comenzó cuando Washington se retiró del acuerdo nuclear de 2015 entre Teherán y seis potencias, y reimpuso sus sanciones contra la república islámica.
Trump también dijo que se están llevando a cabo conversaciones para ver cómo los países podrían abrir líneas de crédito para mantener a flote la economía de Irán.
Rouhani dijo que Irán siempre estaba dispuesto a mantener las negociaciones…, “pero primero Estados Unidos debe actuar levantando todas las sanciones ilegales, indebidas e injustas impuestas a Irán”.
En la cumbre del G7, en la localidad francesa de Biarritz, Trump descartó levantar las sanciones económicas para compensar las pérdidas sufridas por Irán.
“Washington tiene la clave para un cambio en positivo (…) Por lo tanto, que dé él el primer paso (…) Sin este paso, el bloqueo no se eliminará”, dijo Rouhani.
Las partes europeas en el acuerdo han luchado por calmar la creciente confrontación entre Irán y Estados Unidos desde que Trump retiró a Washington el año pasado del pacto.
El presidente francés, Emmanuel Macron, ha liderado los esfuerzos para calmar las tensiones y el ministro iraní de Relaciones Exteriores, Mohammad Javad Zarif, acudió inesperadamente el domingo a la reunión del G7 para mantener conversaciones secundarias con funcionarios franceses.
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