Lograr autosuficiencia alimentaria, el reto

La meta para los siguientes seis años es lograr la autosuficiencia alimentaria del país y reforzar los programas rurales con un enfoque social, aseguró Víctor Manuel Villalobos Arámbula, secretario de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader).

El funcionario del Gobierno federal dijo que la dependencia a su cargo desarrolla una agenda pública que busca rescatar a la gente de la pobreza e integrarla al sector productivo, así como hacer más eficiente la producción del campo, reforzar el compromiso con el ambiente y crear nuevos esquemas de financiamiento en el sector rural.

¿Cuál es la meta del sexenio?

Nuestras metas están muy orientadas hacia la autosuficiencia alimentaria. Lo que queremos es reducir la dependencia de nuestros productos básicos, seguir fortaleciendo la exportación de los productos que hoy día hemos logrado posicionar en los mercados más exigentes del mundo como, por ejemplo, el tema de los cárnicos en Japón, Corea, China o Estados Unidos.

El tema del aguacate que sigue siendo nuestro campeón de la hortaliza, el “oro verde”. Vamos a seguir incursionando mucho en la exportación de productos hortícolas, como las verduras, el tomate, las berenjenas, los espárragos, también el tema de las frutas: la uva de mesa, las berries, entre otras.

Estamos siendo muy competitivos en el caso del limón persa; éste se está exportando, podemos seguir incrementando más nuestra producción, ahí tenemos que vencer algunos problemas todavía de índole sanitaria, pero tienen un gran potencial particularmente en el Golfo de México.

Y trabajamos intensamente en la exportación de plátano. Hemos firmado recientemente con el Gobierno chino. Firmamos el protocolo de exportación en abril, en Beijing. Ya recibimos las visitas técnicas del Gobierno chino y es muy probable que a principios de septiembre empecemos a enviar los primeros contenedores de nuestro plátano a China; éste va a ser un mercado muy grande.

¿Qué ha cambiado y cómo es la nueva visión para el sector rural?

Para este nuevo Gobierno la agricultura es una gran prioridad no sólo porque es la fuente de alimentos, sino también porque tiene un importante componente social.

La Secretaría de Agricultura tiene una política orientada a tres grandes pilares: incrementar la producción, ser más eficientes en la productividad; una agricultura más responsable con el ambiente, esto es un manejo más adecuado de nuestros recursos naturales fundamentalmente suelo y agua y lograr una agricultura más incluyente, que reconozca que todos los agricultores son importantes, pero que hay agricultores diferentes, porque tenemos diferentes tipos de agricultura. Entonces, al reconocer que existen esas diferencias debemos tener políticas diferenciadas para ellas.

¿Y el enfoque social?

No se trata de una proveeduría de materias primas, no es solamente la que provee los alimentos, sino también cómo vamos a generar bienestar en la sociedad rural, porque hay que reconocer que en la sociedad rural tenemos los más altos índices de marginación, de pobreza y de abandono.

Entonces, el presidente Andrés Manuel López Obrador ha instruido que tenemos que mejorar la calidad y los ingresos de la sociedad rural, y para eso tenemos que orientar los programas de la Sader, los programas prioritarios que tienen un enfoque social para que podamos rescatar el campo de la situación en que se encuentra, rescatando a la gente de la pobreza e incorporarla a las actividades productivas.

¿Cuáles son los programas prioritarios de la Sader?

Hay que señalar que el Presidente inicialmente identifica 20 grandes programas estratégicos, 10 de los cuales tienen una orientación social, por ejemplo, Sembrando Vida o de Jóvenes Construyendo el Futuro.

Tienen esa orientación de esos 10, cuatro están en la Secretaría de Agricultura y esos cuatro tienen casualmente esa orientación social, y ese objetivo es de mejorar la calidad de vida y rescatar de la pobreza a la gente.

Entonces está el crédito ganadero a la palabra que consiste fundamentalmente en proveer vaquillas a los pequeños ganaderos que tienen hasta 36 cabezas y de esa forma mejorarles sus ingresos; éste es un crédito y lo tendrán que pagar, regresando el mismo número de animales a la vuelta de tres años.

Después, está el programa de fertilizantes; éste es un programa que se desarrolla como un programa piloto que se establece en Guerrero para incrementar la producción de granos de maíz, fundamentalmente, pero en este proyecto piloto que lo maneja por vez primera, el Gobierno federal, incorporamos también frijol y arroz, de modo que ése es un segundo programa que tiene como objetivo incrementar la producción de estos cultivos y de esa forma mejorar los ingresos de los productores, de los campesinos y los indígenas.

Otro programa es el de producción para el bienestar, el cual provee recursos económicos a los campesinos y a los indígenas que tienen, en términos generales, un ingreso muy limitado y que no cuentan con un subsidio. Lo que estamos haciendo es transformar en pro del campo.

En un esquema que obedece a un padrón determinado y que les ayuda a tener ingresos que les permitirán acceder a semilla mejorada, algunas prácticas, algunos implementos agrícolas o inclusive tener algún excedente para comercializar sus granos.

¿Y el de precios de garantía?

Ése sería un cuarto programa, y es un gran plan el de precios de garantía, de producción para el bienestar que tiene una cobertura nacional y éste es un subsidio directo al productor que tiene una superficie de hasta 20 hectáreas.

Y el avance de estos programas…

Hay que reconocer que los beneficios de los programas se dan, no tanto en el calendario, sino también a la conclusión de los ciclos agrícolas. El gran beneficio de este programa particularmente, el de precios de garantía, se va a dar en la cosecha porque es cuando se vende el grano y eso va a ocurrir a finales de este año o principios del próximo.

Sin embargo, ha habido ya el acopio de cosechas por ejemplo de frijol en Zacatecas en el sur de Chihuahua y Durango; éste donde hemos acopiado casi 100 mil toneladas de frijol, con un precio preferencial, aun cuando venían de las cosechas del año pasado.

¿Terminaron los conflictos sociales en Guerrero por el tema de fertilizantes?

Pues sigue habiendo, lo que pasa es que al haber adoptado nosotros el programa y al haberlo hecho directamente al productor, pues obviamente lesionamos algunos intereses, de los esquemas que venían en la cadena en años anteriores, pero yo podría decir con satisfacción que entregamos el fertilizante a 95% de los productores en forma directa y el beneficio lo vamos a ver al final del ciclo agrícola que es en diciembre, donde anticipamos que va a haber mucho maíz en Guerrero.

¿Qué papel está jugando México en este sector a escala internacional?

Ésta es una pregunta muy importante, porque no hace mucho, más o menos un mes, nosotros informamos que a partir de este año y particularmente en los últimos meses, México es considerado o llega a ser considerado como uno de los diez países más importantes en producción agrícola, y cuando hablamos de agrícola, estamos incorporando en el concepto amplio de la agricultura la parte pecuaria y la parte pesquera también. Entonces estamos en el top ten de los países agroexportadores en el mundo.

¿Hubo una redefinición presupuestal…?

La Sader, con un presupuesto de 65.5 mil millones de pesos, este año representa una redefinición de la política agropecuaria y pesquera al canalizar mayores recursos de forma directa a pequeños productores rurales, mientras que entre 2016 y 2018 se ejerció un promedio de 10 mil 934 millones de pesos para este segmento. Y este año se consideran 28 mil 665 millones, 162% más.

¿En el campo hay más movimientos por el cambio climático?

Sí, el cambio climático es un tema que hay que reconocer que es una realidad, y ya sabemos los escenarios que se presentarán a finales de este siglo, donde puede llegar a incrementarse la temperatura en cuatro grados, y eso sería realmente desastroso para la humanidad. Con el derretimiento de los polos, el incremento de las aguas marinas, el calentamiento global, la agricultura de alguna forma es víctima directa del cambio climático en términos generales, pero hay que reconocer, por otro lado, que nosotros también incidimos en el calentamiento global.

A través de las emisiones de CO2, de los gases de metano, por ejemplo de la ganadería, entonces creo que es muy importante reconocer que esto es una realidad y que no la vamos a poder resolver en el corto plazo ni en el mediano plazo. El daño ya está hecho, entonces lo que nos resta es ir adaptando la agricultura al cambio climático.

Esto es tener claramente la necesidad de empezar a hacer programas de reconversión productiva; qué quiero decir con esto, pues donde hoy se siembra maíz que demanda tanta agua, vamos a tener que cambiar de cultivo hacia los que demanden menos agua y que igualmente sean productivos, por ejemplo ajonjolí, garbanzo, soya o algún otro cultivo.

Esto va a ser parte de la estrategia; para eso necesitamos mucho conocimiento técnico científico de nuevos materiales genéticos y sobre todo un entendimiento claro con el sector privado con los productores, de que vamos a ir cambiando los cultivos que tradicionalmente se sembraban en determinadas regiones del país. Digamos económicamente y ambientalmente factibles.

Ya tenemos un corredor seco por el cambio climático en Centroamérica…

El corredor seco corre propiamente en toda la costa del Pacífico desde Panamá, y termina en el estado de Chiapas, lo que ha venido ocurriendo es que esta gran región se ha visto afectada, porque ya no recibe la cantidad de agua que normalmente era común en esa región.

Ha habido una sequía prolongada por más de cinco años, particularmente en los países de El Salvador, Honduras, norte de Nicaragua y Guatemala; esto es lamentable, porque a esa región que anteriormente digamos esa vertiente recibía agua para la agricultura era donde se producían los alimentos básicos; entonces no hay esa disponibilidad de alimentos y la gente está migrando. No ha habido la política que permita que vayan sustituyendo esos cultivos para que se provea de alternativas a los habitantes de esas regiones del corredor seco.

¿Sembrando Vida es el programa que ayudará ante el cambio climático?

El Presidente ha hablado con sus homólogos, principalmente de El Salvador y Honduras, para que podamos nosotros apoyar, a través de varios mecanismos, para que esta gente en vez de emigrar encuentre en algunas actividades agrícolas, pecuarias o pesqueras alguna alternativa que les permita quedarse en sus regiones, no salir, emigrar, y a su vez poder tener algunos ingresos.

El ejemplo que se va a poner en práctica más rápidamente es el programa de Sembrando Vida, que tiene que ver con la siembra de árboles maderables y frutales, que genera ingresos a las familias, a través de su trabajo en los viveros para la producción de la planta y eventualmente plantar árboles frutales principalmente. Estas regiones tienen una vocación agrícola, de alguna forma, pero ya hacia la montaña son estados que tienen una gran vocación para la producción de café, y en ese sentido vamos a apoyar tecnológicamente el desarrollo de la cadena productiva del café y sobre todo la comercialización.

En ese sentido vamos Sembrando Vida, el cual ayudará para que ellos puedan cultivar café robusta que tiene una demanda en México, para la producción de café soluble, y que no interfiere o no compite con el café arábica que ellos cultivan, y que de esa forma pudiéramos tener una fuente de café para la industria del café soluble, por un lado, y por otro generar ingresos y empleos en esa región que hoy día tristemente está muy impactada por, entre otras cosas, por el tema climatológico, y ya no se diga el tema de violencia y de inseguridad.

¿Se ha intensificado más la actuación de México en Centroamérica?

Sí, lo vamos a hacer con más frecuencia. Quiero compartir que este jueves 22 de agosto se realizó una cumbre de Presidentes en San Pedro Sula, en Honduras, a la que asistieron Presidentes de Centroamérica, de la República Dominicana y de Colombia, y el Presidente mexicano me pidió representarlo e hicimos desde la óptica de seguir trabajando por el bienestar de la región mediante una labor integrada en lo económico y social, en materia de energía, telecomunicaciones, transporte, facilitación comercial, medio ambiente y seguridad alimentaria y nutricional.

Una de las prioridades del Gobierno de México es la de hacer frente a los retos que supone la migración mediante la atención a las causas estructurales de fenómeno, con el apoyo de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) y 16 agencias de la ONU, entre otros participantes estratégicos para la implementación del Plan de Desarrollo Integral en El Salvador, Guatemala, Honduras y México.

Frase

“Este programa de precios garantía tiene como objetivo garantizar un precio justo por la cosecha de cuatro cultivos básicos de los cuales hoy día somos dependientes de su importación: maíz, frijol, arroz y trigo harinero. También se incorpora la leche fluida, para estimular la producción nacional”

LEG