El ex primer ministro polaco, Donald Tusk, actual presidente del Consejo Europeo, emitió una dura respuesta ante la carta que Boris Johnson, primer ministro británico, le envió el lunes pasado, en la que detalla el “plan alternativo” de su Gobierno para la frontera irlandesa. Esencialmente, la propuesta europea permitiría a Irlanda del Norte (Reino Unido) permanecer en el mercado único de la Unión Europea (UE), en caso de que no se concretase un tratado de libre comercio que no requiera controles fronterizos entre la República de Irlanda y el Norte.

El diseño de la UE está pensado para que no se requiera una frontera física entre las dos Irlandas, ya que esto podría reactivar el conflicto étnico y político que enfrentó a los unionistas del Norte, mayormente protestantes, y a los republicanos de Irlanda, en su mayoría católicos, entre finales de los 60 y hasta los Acuerdos del Viernes Santo de 1998. Sin embargo, en dicha misiva, Johnson tachó de “inviable” y “antidemocrático” permitir que el Norte permanezca en el mercado de la UE en cualquier circunstancia. Según el texto, su propuesta central es meramente posponer la discusión del tema hasta después del 31 de octubre, y retomarla en la fase de construcción de un tratado comercial, tras el Brexit.

Horas más tarde, Tusk rechazó categóricamente la propuesta del conservador: “(El plan de la UE) es un seguro para evitar una frontera ‘dura’ en la isla de Irlanda, hasta que se encuentre una alternativa. Aquellos en contra (…) y que no proponen alternativas realistas, apoyan, en los hechos, el restablecimiento de una frontera. Incluso si no lo admiten”. Y momentos después, la portavoz del Consejo, Natasha Bertaud, subrayó esta postura institucional: “La carta no proporciona una solución operativa legal para evitar el retorno de una frontera ‘dura’ en la isla (y) no establece qué arreglos alternativos podría haber”, pero suavizó, reiterando que están “listos para trabajar de manera constructiva con Reino Unido”.

Mientras tanto, el reloj hacia el 31 de octubre sigue su marcha, y la oposición mantiene claras diferencias.

Jeremy Corbyn, líder del Partido Laborista, continúa promoviendo el convocar a una elección general para “devolver la decisión del Brexit a la gente”, lo que insinúa que, en dado caso, haría campaña bajo una opción distinta al salir “a como dé lugar” de Johnson.

 

Por su parte, Jo Swinson, la líder del Partido Liberal Democrático, el único consistentemente anti Brexit desde 2017, escaló sus ataques a Corbyn declarando que la ambigüedad del laborista sobre si quiere o no permanecer en la UE, recae en que, en el fondo, él quiere un Brexit pero negociado por su partido y no por los conservadores.

 

Frase

“La cláusula de salvaguarda es un seguro para evitar una frontera ‘dura’ en Irlanda, hasta que se encuentre una alternativa. Quienes se oponen a la salvaguarda y no proponen alternativas realistas apoyan de facto el restablecimiento de una frontera, aunque no lo admitan”
Donald Tusk
Presidente del Consejo Europeo

LEG