Durante el 36° Congreso Internacional Nelson Vargas, Gary Hall, medallista olímpico de Estados Unidos en México 68, Múnich 72 y Montreal 76, acudió como uno de los ponentes más destacados para ofrecer una plática a maestros y alumnos que buscan destacar entre los mejores. Ahí, se dio un tiempo para compartir con 24 HORAS anécdotas que lo llevaron a ser un referente del deporte estadounidense y olímpico.

Acerca de sus primeros recuerdos y sensaciones de estar en la alberca compitiendo, expresó sus memorias con cariño. “Es un recuerdo muy especial. Empecé en México, después en Múnich. Recuerdo que la Ciudad de México en 1968 estaba muy bien preparada, a pesar de los problemas anteriores con el gobierno y todo lo que ocurrió. Para mí fue muy impresionante, porque nunca había competido ante un público a nivel internacional”, dijo.

Recordó también que ese momento fue muy importante para su país socialmente. “Fueron unos de los Juegos más importantes para los Estados Unidos por los cambios sociales que ocurrieron en cuanto a la segregación racial. Fue un momento complicado, pero ayudó mucho a que mejorara la situación en Estados Unidos”, aseguró.

No quisimos perder la oportunidad de saber qué es lo que piensa un medallista olímpico momentos antes de iniciar su competencia, y Gary Hall contestó de manera muy honesta lo siguiente. “Lo más importante es no tener pensamientos, porque hay tanto que preparar. Nosotros tenemos una regla cuando enseñamos que es enfocarse en el aspecto técnico. Su patada, su respiración, etc. Sólo pueden pensar en una cosa, ya que si piensan demasiado se equivocan en todo”, señaló.

En los Juegos Olímpicos la gente apoya como nunca a los representantes de su país y son muy ruidosos, por lo que quisimos saber si ya en el agua y en plena competencia se escucha ese apoyo. “A veces. Depende también de la competencia. Pero se siente el entusiasmo y es una fuerza que el atleta puede sentir, y claro que lo ayuda”, indicó.

Acerca del momento más memorable de su carrera como atleta de alto rendimiento, Gary Hall no dudó en señalar uno que está por encima de todos. “Para mí es muy fácil esta respuesta. Ser el abanderado de Estados Unidos en Montreal 76, porque es un honor tremendo ser elegido entre más de 400 atletas”, expresó.

Su hijo también es uno de los mejores nadadores en la historia de Estados Unidos, y quisimos saber cómo vivía las competencias de Gary Hall Jr., a lo que le preguntamos si sentía más nervios cuando él compitió o cuando vio competir a su hijo.

“Buena pregunta (risas). Es diferente, pero estaba más nervioso viendo a mi hijo. En Múnich estuve muy nervioso también. Sentía mucha presión de ganar y no los disfruté tanto”, dijo.

Con esta tónica surgió la siguiente pregunta. ¿Y qué medallas disfrutaste más? ¿Las tuyas o las de tu hijo?

“Las de mi hijo sin duda. Para un padre ver a su hijo ganar en unos Juegos Olímpicos es como verlo anotar el gol del triunfo en una final de la Copa del Mundo. Es indescriptible. Cuando uno ha tenido éxito y la presión es mucha para él, pasar mis logros y que haya ganado más de lo que yo gané es muy bonito”, comentó con alegría.

Sobre la condición de Gary Hall Jr., quien padece diabetes, le preguntamos cómo fue que superaron todos los pronósticos que tenían en contra. Así lo recordó.

“Era una batalla diaria. Sólo aquellos que padecen esta enfermedad saben las dificultades que se pasan para controlarla, pero se vuelve más difícil en el entrenamiento. Pero Gary es una persona muy fuerte mentalmente. Seis de las 10 medallas que ganó en los Juegos Olímpicos las obtuvo con diabetes. Él veía a tres especialistas en diabetes y le dijeron que nunca iba a competir en los Juegos Olímpicos, aunque él es un rebelde y no los escuchó”, compartió Gary Hall Sr.

Y con esta experiencias que vivió esto es lo que le aconseja a los más jóvenes. “Lo más importante es que no pierdan su sueño. Los sueños son importantes no sólo en el deporte, sino en la vida. Se pueden cambiar, pero no los olviden. ”

Números

13 medallas suman Gary Hall Sr. y Gary Hall Jr. en los Juegos Olímpicos; es una de las parejas padre-hijo más exitosas del olímpismo

396 atletas llevó Estados Unidos a los Juegos Olímpicos de Montreal 76; Gary Hall Sr. fue el abanderado de la delegación americana esa ocasión

Frases

“Tengo 68 años. Ya soy bastante viejo, pero tengo energía, tengo ideas y estoy muy entusiasmado por contribuir a hacer mejores atletas”: Gary Hall Sr.

“Para un padre ver a su hijo ganar en unos Juegos Olímpicos es como verlo anotar el gol del triunfo en una final de la Copa del Mundo. Es indescriptible”: Gary Hall Sr. Sobre su hijo Gary Hall Jr.

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