Los hechos ocurridos el 16 de agosto pasado, en el cual aproximadamente dos mil mujeres acudieron al llamado de colectivos feministas al grito de “¡No nos cuidan, nos violan!”, visibilizaron la situación que hoy viven las mujeres en la capital y en el resto del país.

La violencia contra las mujeres representa las formas más barbáricas de discriminación, ya que significan graves violaciones a los derechos humanos, siendo de las más extendidas y toleradas, lamentablemente no sólo en México, sino en todo el mundo.

En México, al menos seis de cada 10 mujeres han enfrentado un incidente de violencia; 41.3% de las mujeres ha sido víctima de violencia sexual y nueve mujeres son asesinadas al día, de acuerdo al informe 2018 del Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer (CEDAW) y que durante el primer cuatrimestre de 2019 hubo mil 119 víctimas de violencia contra la mujer, según datos del Secretariado Ejecutivo.

Lo que significa que, en promedio, cada dos horas y media, una mujer es asesinada por el hecho de ser mujer, estadística que no ha disminuido a pesar de las movilizaciones sociales y los esfuerzos gubernamentales.

Para enfrentar esta grave problemática, lo primero que debemos hacer es reconocer que existe una violación sistemática de los derechos de las mujeres, lo cual se ha convertido en una constante cada día más cruel, ya que no sólo nos acosan en las calles, en las escuelas o en los centros laborales; hoy nos matan, nos violan.

Para erradicar este grave problema de raíz, es importante destacar que la violencia tiene su origen histórico en la discriminación, ya que siempre se ha considerado inferior a la mujer por el simple hecho de serlo.

Actualmente, el porcentaje de mujeres que habitamos en el país es de 51.3%, sin embargo continuamos sin tener pleno acceso al ejercicio de nuestros derechos, dentro de ellos las limitaciones en el ámbito laboral y gubernamental, por ejemplo:

De 11 ministros, tan sólo dos son mujeres.

De 876 magistrados de circuito, 162 son mujeres.

De 581 jueces de distrito, 137 son mujeres.

En el Consejo de la Judicatura Federal de siete integrantes, sólo dos son mujeres.

 

Desde cada una de nuestras trincheras nos toca generar las acciones suficientes y necesarias para que se garantice una vida libre de violencia a las niñas y mujeres, que son el presente y futuro de nuestra nación.

LEG