Foto: REUTERS Hasta el momento ningún individuo o grupo se ha atribuido la responsabilidad de la tragedia  

Las autoridades de Afganistán informaron este domingo que hasta el momento la cifra de muertos por el ataque explosivo que se registró la víspera durante una boda en un barrio de la minoría chiita en el oeste de la capital Kabul, suma 63 y 182 heridos.

 

El vocero del Ministerio del Interior, Narrat Rahimi, señaló que el ataque suicida se registró a las 22:40 horas locales (18:10 GMT del sabado) en el salón de bodas Shar Dubai, en el oeste de Kabul.

 

Según versiones preliminares, el atacante detonó sus explosivos cuando se encontraba entre los invitados de una boda.

 


Hasta el momento, ningún individuo o grupo se ha atribuido la responsabilidad del ataque, destacó Khaama Press.

 

En fotografías dilvulgadas por el Ministerio del Interior sobre el atentado se pueden observar diversos cadáveres, mientras que hospitales locales hablan de decenas de heridos, de acuerdo con la cadena catarí Al Yazira.

 

El presidente afgano Ashraf Ghani se encuentra devastado por el ataque, aseveró su portavoz Sediq Seddiqi en un mensaje publicado en la red social Twitter:

 

“Un crimen atroz contra nuestra gente. ¿Cómo es posible entrenar a un ser humano y pedirle que vaya y se detone en una boda?”, preguntó Seddiqi en el tuit.

 

De acuerdo con autoridades afganas, las bodas chiitas en Afganistán, a las que acuden cientos de personas, se han convertido en blanco de grupos armados mulsumanes sunitas como el Talibán o del yihadista Estado Islámico, debido a que cuentan con medidas mínimas de seguridad.

 

Hasta el momento, ninguno de los movimientos extremistas se han responsabilizado del ataque, que puso fin a una semana de calma en Kabul.

 

El pasado 7 de agosto, en un ataque contra las fuerzas de seguridad afganas, los talibanes detonaron un coche bomba en un concurrido barrio del oeste de Kabul, dejando 14 muertos y 145 heridos.

 

El atentado se produce en momentos en que Estados Unidos y el Talibán informaron que en las negociaciones que mantienen en Doha, Catar, se acercan a un acuerdo para poner fin a un conflicto de casi 18 años en Afganistán.

 

El acuerdo se centra en la retirada de las tropas estadunidenses del país asiático, a cambio de que los insurgentes talibanes respeten un alto al fuego, rompan lazos con la red terrorista Al Qaeda y alcancen un acuerdo de paz duradero con el gobierno del presidente Ashraf Ghani.

 

Por su parte, representantes del Talibán descartaron que la muerte del hermano de su líder Haibatullah Akhundzada, ocurrida en la ciudad paquistaní de Quetta, vaya descarrilar las conversaciones con Estados Unidos.

 

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