Dak Prescott pide 40 millones de billetes verdes, Ezekiel Elliott se niega a entrenar si la familia Jones no le da por lo menos 15 mdd. Los dos son los pilares de la ofensiva de los Cowboys, y al estar en sus últimos años de contrato novato, los dueños de la franquicia están conscientes que tienen que abrir la cartera para retener a dos hombres muy valiosos…pero que no han ganado nada.

 

El año pasado fue Le’Veon Bell quien demostró el camino a todos aquellos que se sientan estrellas, y merecedores de un contrato digno de un jeque árabe. Decidió no jugar con los Steelers porque no le pagaban lo que Bell sentía que merecía, y hoy está con los Jets.

 

No se puede juzgar a un personaje que tiene ambiciones personales, pero ahora está en un equipo que no tiene las mismas aspiraciones que Pittsburgh, aunque tiene la cuenta llena de ceros.

 

Elliott aprendió muy bien la lección impartida por Bell, y está metiendo presión a Jerry y Stephen Jones para que le den lo que quiere, y en caso de seguir las negociaciones por más tiempo, el corredor estaría dispuesto a perderse la temporada completa, y salir de Dallas para buscar a algún equipo con suficiente espacio en el tope salarial, pero no las mismas aspiraciones que tienen los Cowboys, al menos en estos momentos.

 

Prescott rechazó 30 millones de dólares, y quiere 40, lo cual se me hace una cifra fuera de este mundo. El quarterback que mas gana es Russell Wilson, quien percibe un salario de 35 mdd, y él ya tiene un anillo de Super Bowl, y se quedó a una jugada de conseguir otro.

 

El de Seattle ya demostró que vale muchos ceros en su contrato, pero Dak no, y ahorita se podría convertir en el enemigo público número uno en Dallas. Su compañeros no van a ver con buenos ojos que quiera ocupar tanto espacio en el tope salarial, los dueños serán los más inconformes por su ambición sin traer un Vince Lombardi a casa, y la afición lo verá como un mercenario. Así que todos podrían perder mucho.

 

Al rato los jugadores estelares de la NFL cuando ya demuestren en sus primeros tres o cuatro años que merecen unos cuantos ceros, no lo conseguirán en franquicias con miras a un Super Bowl, sino en aquellas que tienen espacio en el tope salarial, y serán millonarios, pero vacíos de títulos.

 

NO LE APRENDEN A BRADY

 

Tom Brady ya se ajustó el sueldo un par de veces para que le repartieran el dinero a sus compañeros de equipo, y eso que ya tiene seis anillos de campeón. Esto es lo que deben aprender los Prescott o Elliott…