Si alguien entiende y conoce de la pobreza en la que viven los mexicanos es el Presidente Andrés Manuel López Obrador.

Hace unos días el dirigente nacional del PAN, Marko Cortés, aseguró que debido a las deficientes acciones ejercidas por el Gobierno federal se espera un inminente crecimiento de la pobreza en el país, por lo cual advirtió, AMLO busca manipular las cifras en cuestión.

Pasaron cuatro sexenios, divididos entre Acción Nacional y el Revolucionario Institucional, donde los programas sociales destinados al combate de la pobreza fracasaron y la única opción fue la manipulación de las cifras por parte del Gobierno y los supuestos organismos autónomos.

Según los datos de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), los recursos de los 10 mexicanos más ricos equivalían al total de ingresos de 50% de los más pobres, es decir, de casi 60 millones de personas en México.

Las anteriores administraciones se dedicaron a hacer más ricos a los ricos, y tomaron a los pobres como un número en la estadística, la corrupción convirtió a los programas sociales en botín de unos cuantos.

En 2016, la riqueza de los cuatro mexicanos más ricos -mismos que basan su fortuna en concesiones del Estado y privatizaciones, Carlos Slim, Germán Larrea, Alberto Baillères y Ricardo Salinas Pliego- asciende a 9.5% del Producto Interno Bruto (PIB) y en 2002, la fortuna de éstos sólo representaba 2% del PIB.

La corta memoria de Marko Cortés.

En 2016, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) dio a conocer los resultados de la ENIGH (Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares), con la que se iniciaba una nueva serie histórica de datos, según el INEGI, una forma más precisa de medición del ingreso, que derivó en que por arte de magia las familias más pobres del país tuvieran un ingreso en 2016, 30% superior al de 2014.

Senadores del PAN e independientes, así como especialistas criticaron los cambios que realizó el INEGI en la captación de la información, que puso en entredicho la credibilidad del Instituto Nacional de Estadística y Geografía.

El Coneval denunció que el INEGI hizo cambios, al margen del convenio de colaboración entre las dos instituciones y que también habrían sido modificados los módulos para medir la violencia en el país y las encuestas electorales.

Las mediciones de pobreza o inseguridad en el país han quedado en entredicho, la modificación que en 2016 realizó el INEGI se sumó a las que se realizaron en anteriores sexenios en el método de medición, por lo que después de cuatro sexenios se tiene un legado de cifras en la opacidad, así como la crítica de decenas de especialistas que consideran que en términos generales poco se ha hecho por tener datos más confiables.

Hoy, hay 52.4 millones de personas pobres; es claro que México no tuvo avance en el combate a la pobreza en los últimos años.
La visión de AMLO sobre la pobreza, el enfoque de los programas sociales, así como las obras de infraestructura van dirigidos hacia los deciles más vulnerables de la población.

La desigualdad reina en nuestro país, la división de los hogares por deciles de ingreso muestra en 2019 que al trimestre, el primer decil registró un ingreso promedio de nueve mil 113 pesos, es decir, 101 pesos diarios, mientras en los hogares del décimo decil fue de 166 mil 750 pesos, es decir, mil 853 pesos diarios por hogar.

En la actualidad los estados más empobrecidos son Chiapas, Guerrero, Oaxaca, Veracruz y Puebla, pero si bien la región sur-sureste del país es la que padece más atraso, la entidad con mayor número de pobres es el Estado de México, con 7.5 millones de personas en pobreza, y Veracruz es el único estado donde la pobreza siguió creciendo de forma importante.

Para el desconcierto del dirigente nacional del PAN, Marko Cortés, si los programas y las obras de infraestructura funcionan para la actual administración, bajo el enfoque de campaña de “primero los pobres”, los resultados electorales en las siguientes elecciones darán una ventaja aun mayor al partido del Presidente, resultado de que Peña, Calderón, Fox y Zedillo no supieron entender y enfrentar a la pobreza en México, pero encontraron mil mecanismos para maquillar las cifras de pobreza. Mientras tanto los pobres siguen ahí para su desgracia.