El pasado sábado por la mañana ocurrió un lamentable suceso, cuando se registró un tiroteo en un centro comercial de El Paso, Texas, que cobró la vida de 22 personas, 8 de ellos mexicanos. Este incidente ha sido descrito como un crimen de odio y considerado como el mayor atentado en contra de los latinos en la historia moderna de Estados Unidos.

El acto fue condenado por el gobierno mexicano y considerado por el canciller Marcelo Ebrard, como un ataque terrorista, por lo que anunció una serie de medidas diplomáticas y legales para buscar justicia contra la agresión de mexicanos, como acusar de terrorismo al autor, la extradición de éste y el envío de una nota diplomática al gobierno de Donald Trump. Estas acciones parecen pequeñas, sin embargo son de gran importancia, ya que representan una protesta enérgica en contra el discurso de odio que impera en ese país.

Si el gobierno mexicano quisiera incrementar la presión hacia el gobierno de Donald Trump, lo podría hacer con pequeñas medidas que encontrarían respaldo internacional. Como acordar en conjunto con las naciones latinoamericanas lanzar boletines de alerta a sus ciudadanos que viajen a Estados Unidos, advirtiendo las recientes muestras de racismo, discriminación y crímenes de odio.

Esto último, lo hizo el ministerio de Relaciones Exteriores de Uruguay, que a través de un comunicado sugirió a sus ciudadanos no visitar 4 ciudades de EE.UU. que son consideradas como las más peligrosas del mundo, además de evitar las grandes concentraciones de personas, ante el actual clima de intolerancia hacia los latinos.

Las relaciones de Estados Unidos con los países de Latinoamérica son asimétricas, pero la unión de todos los países representaría un contrapeso importante a nuestro país vecino. Además de que podría ser la punta de lanza para reducir la dependencia económica que actualmente tenemos, la cual supera el 80%.

Medidas como la anterior, unirían más a las naciones latinoamericanas ante la afrenta explícita que hay en contra de los latinos en EE.UU., más aún representaría un duro golpe a los ingresos por turismo del país vecino. De acuerdo con la Oficina de Viajes y Turismo (NTTO), de enero a mayo del presente año el número de entradas de turistas latinoamericanos (México, Centroamérica, Sudamérica y el Caribe) fue de 10.4 millones, por lo que, de reducirse la cantidad de visitantes latinoamericanos, representaría una merma importante en sus ingresos.

Los tiroteos masivos en Estados Unidos se han vuelto algo común, de acuerdo con la página Spectator Index, se han cometido 249 en lo que va del 2019, en comparación con las 3 de México o 1 de Canadá, ambos países vecinos. Esto no se debe, como afirmó el presidente Donald Trump a las enfermedades mentales; o a los videojuegos, como señaló el gobernador de Texas, sino por la facilidades que existen para adquirir un arma y lo normalizado que está su uso. Basta con ver un video que circula en la red en el que se muestra a un niño de 4 años preparando y cargando un rifle.

Por último, es condenable el buscar raja política de una tragedia como ésta, no importando los colores o la bandera partidista de quién lo haga.

* Arturo Ávila Anaya, presidente IBN/B Analitycs y experto en Seguridad Nacional por Harvard (NIS).

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