Los 121 inmigrantes a bordo del barco de rescate de la organización no gubernamental española Open Arms permanecen en el mediterráneo desde que fueron rescatados el jueves en la costa de Libia.

 

La ONG informó que desde hace cinco días ha solicitado varias veces que se le permita atracar en un puerto seguro, pero tanto Malta como Italia han rechazado la petición. Mientras tanto, el estado de salud de algunas de las personas a bordo empeora por el calor y la humedad.

 

Tras la negativa de Malta e Italia, la Comisión Europea, que ejerce de mediadora en estos casos, afirma no haber recibido hasta ahora ninguna petición para negociar la reubicación de los rescatados y acabar así con el bloqueo.

 

En tanto, la Comunidad Valenciana como Cataluña han ofrecido sus puertos, sin embargo, el Gobierno español y la ONG mantienen que son Italia y Malta los países que deben respetar la ley y permitir la entrada de la embarcación, destaca Euronews.

 

El barco se encuentra en aguas internacionales, cerca de la isla italiana de Lampedusa.

 

Lampedusa fue escenario en las últimos semanas de un episodio de tensión después de que la capitana del barco de rescate Sea Watch 3, Carola Rackete, fue detenida tras haber desembarcado en ese puerto italiano a migrantes que había rescatado el 12 de junio en aguas cercanas a Libia.

 

La embarcación, de bandera holandesa, rescató a un total de 53 migrantes en aguas internacionales y días después 11 personas fueron evacuadas por motivos médicos tras una inspección sanitaria de la Guardia Costera italiana.

 

La capitana, de nacionalidad alemana, pasó tres días en detención domiciliaria a comienzos de julio por haber ingresado en aguas italianas pese al veto impuesto por el ministro del Interior, Matteo Salvini.

 

Una juez italiana invalidó sucesivamente la detención de Rackete, argumentando que actuó para salvar vidas, pero es investigada hasta el momento por resistencia a un oficial y ayuda a la inmigración clandestina.

 

PAL