@OtonielOchoa

México no crecerá más allá de 1% este año. Ése es el consenso hacia el cual perfilan su pronóstico la mayoría de los analistas económicos. La proyección despierta interés porque mientras está previsto que nuestra economía se estanque, la de Estados Unidos previsiblemente crecerá a una tasa superior a 2% durante 2019. El escenario invita a reflexionar sobre la vigencia de la vinculación entre la economía mexicana y la estadounidense, particularmente en lo que corresponde al sector industrial, principal canal de integración entre ambos países.

El sector industrial mexicano se caracteriza por una elevada vocación manufacturera y su dinamismo está fuertemente entrelazado al comportamiento del sector industrial norteamericano. Gracias al Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), las manufacturas pasaron de representar 23% de la actividad industrial antes de 1994 a 52% en la actualidad.

 

Durante los primeros cinco meses de este año, el sector manufacturero creció 1.0% en México y 1.1% en Estados Unidos. Estos datos son una muestra de lo estrecha que sigue siendo la vinculación. Por supuesto, no todos los sectores tienen el mismo grado de integración. Los campeones parecen ser autopartes y automóviles, y componentes electrónicos y computadoras. El 90% del comportamiento de la actividad manufacturera nacional se puede explicar a partir de la evolución de esos dos sectores en Estados Unidos.

El aparente distanciamiento de nuestra economía con la estadounidense tiene que ver más con las industrias petrolera y de la construcción. Antes del TLCAN, la minería y la extracción de petróleo representaban una tercera parte de toda la actividad industrial del país, y hoy participan con una quinta parte. De ahí que la contracción de 8% que sufrió en los primeros cuatro meses del año haya afectado severamente el resultado de todo el sector industrial.

Por su parte, la construcción, que representa una cuarta parte de la producción industrial, se contrajo 3.7% en los primeros cuatro meses del año. Aunque de manera natural este sector pierde empuje el primer año de toda administración; esta vez la contracción ha sido mucho más severa.

El análisis desagregado del sector industrial transparenta la fuerte vinculación que México sigue teniendo con Estados Unidos a través de las manufacturas, y deja en claro que es la gestión de otras industrias la que está determinando el decepcionante desempeño de la economía nacional.