Armando Ríos Piter impulsa la construcción de un marco regulatorio sobre el uso de la mariguana de forma lúdica, científica y médica.

“Desde una óptica de salud, desde una óptica donde haya calidad, supervisión para los consumidores y que pacientes y médicos involucrados puedan hacer investigación en centros de atención. Que tengamos una nueva forma desde la perspectiva de salud social”, dijo en entrevista con 24 HORAS, en la que descarta que la despenalización de esta droga resuelva el problema de la violencia.

El político, académico y activista, que como senador participó en la discusión que posibilitó la legalización de la cannabis para su uso científico y medicinal, además obtuvo el tercer amparo por parte de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) para hacer uso lúdico de la cannabis, dará la pelea con su libro Derecho al Cannabis, y espera sea útil para generar un criterio y dar un debate que no debería estar circunscripto solamente al Congreso de la Unión.

¿Cuál es la propuesta que planteas con este libro?

–Lo que quise hacer con este libro es explicar cómo está la discusión en el país, cómo está en el mundo, así como los antecedentes que se tienen en el Poder Judicial con amparos que han solicitado grupos de ciudadanos, entre los que yo me encuentro, que han permitido tener una jurisprudencia.

Explica, también, el debate que me tocó dar como senador en el contexto de la situación de la cannabis para el uso medicinal y la parte histórica reciente. Obviamente lo que se está discutiendo en el mundo. Espero que sirva para el debate que se dará próximamente en el Senado y en la Cámara de Diputados.

 

¿México está preparado para regular el consumo de la cannabis?

–Sí, yo creo que esta droga, de manera particular, puede ayudar a que el Estado cambie 180 grados la forma en que está entendiendo la política al respecto, y aprender cómo fortalecerse para enfrentar los problemas de salud, de seguridad y de economía que hoy están distorsionados por la política de prohibicionismo.

Estamos preparados para empezar con esto, para abrir un debate mucho más amplio y para ir avanzando con tiempo, con profundidad e inteligencian para una nueva política de drogas.

¿Estás proponiendo la regularización de la cannabis para el uso médico o para el consumo lúdico también?

–Estamos en la discusión de que más bien sea para la parte de lo que algunos le llaman el consumo adulto. Que es lo que ya se aprobó cuando yo era senador, una ley que permite el uso medicinal y obviamente que el cáñamo y los productos industriales derivados del cáñamo puedan ser reproducidos en nuestro país.

El problema es que la parte de la Secretaría de Salud, la parte de la Cofepris, tiró unos lineamientos, que estuvo bien que los hiciera, pero todavía no ha subsanado esa parte reglamentaria de salud que posibilite que el marco regulatorio que tenemos, opere de manera funcional, eso todavía falta.

¿Qué otras drogas son las que se deberían legalizar?

–Aunque yo soy alguien que eventualmente defenderá que todas las drogas puedan tener un marco regulatorio distinto a la prohibición, yo no soy alguien proactivo en este momento a que pongamos otras drogas a discusión. Creo que hay que empezar con ésta, con la cannabis e ir de manera consciente, articulado y con el ritmo disciplinado y consciente de que tenemos que ir haciéndolo poco a poco.

¿Con la regularización de la cannabis se reducirán las muertes por el narcotráfico?

–Yo creo que vender esa idea como un asunto inclusivo, es equivocado.

Yo creo que el asunto de la cannabis puede tener un impacto en la situación de violencia que se vive en algunas regiones del país, pero me parce que no será el principal avance cuantitativo que nosotros podamos ver con este nuevo marco regulatorio.

Prefiero verlo desde una óptica de salud, desde una óptica donde haya calidad, supervisión para los consumidores y que pacientes y médicos involucrados, puedan hacer investigación en centros de atención. Que tengamos una nueva forma desde la perspectiva de salud social, más allá de la venta fácil de que este asunto resuelve, que no lo va a resolver, el problema de la violencia en México.

¿La ONU señala que 30% de la población muere por el consumo de droga?

–Yo por el momento no comparto ser un promotor de las drogas. Cuando hablo de un nuevo marco regulatorio que eduque a los niños, que capacite a los adolescentes y que garantice que una sociedad informada no haga uso de las drogas o si lo decide hacer, lo haga de una manera informada con las consecuencias que esto puede tener.

Sí, es un hecho que las drogas generan distorsiones, hay que saber cuáles son éstas. Yo por lo pronto, en el momento en el tema de la cannabis, lo que he aprendido es que su uso no debe ser antes de los 26 años. Entonces, como Estado, yo esperaría que lo tengamos profundamente analizado para no caer en condiciones de salud que termine siendo dañinas para los habitantes del país

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El presidente Andrés Manuel López Obrador ha dicho que la legalización de algunas drogas podría ser la siguiente etapa de la estrategia de seguridad. ¿Qué opinas al respecto?

–¡Qué bueno! Ésos son posicionamientos que van acorde con lo que hemos venido viviendo. La actual secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, planteó una iniciativa que estará en discusión próximamente en el Senado. Las comisiones de Justicia y de Salud están trabajando en la materia.

Espero que se estén alineando los astros para garantizar que esta discusión nos permita tener nuevos momentos, donde entender la política de drogas, permita como sociedad, tener una visión diferente a la visión prohibicionista que no ha dado resultados.

¿Qué mensaje le da a las mamás que sufren porque sus hijos son adictos a una droga?

–Que una política de este tipo nos va a permitir tener mejores instrumentos para atenderlos (a los hijos). Meter recursos, presupuesto para que sean jóvenes no estigmatizados, sino que sean atendidos bajo una perspectiva de salud y que puedan ser sanados como un problema de salud.

¿Tu participación en la regularización de la cannabis termina con la presentación de tu libro o qué otras acciones vas a llevar a cabo sobre este tema?

–Es un tema que le daremos seguimiento, que estaremos empujando. Creo en una nueva política de drogas para México. Soy un guerrerense que cree que el tema, especialmente de la amapola y la goma de opio, tiene que cambiar. Si este debate nos permite dar un primer paso y empezar hacer ese ejercicio de cultural ciudadana, de cultura institucional y de visión de salud, me parece que el paso siguiente tendrá que ser alrededor de la amapola, de la goma de opio y obviamente de todas las drogas que siendo endémicas o no siendo endémicas afectan a nuestra juventud y a nuestra sociedad.

¿Qué proyectos tiene en puerta Armando Ríos Piter?

–Hoy estoy dedicado a actividades que tiene que ver con temas de seguridad nacional.

 

LEG