Los cambios de titulares de las dependencias de la administración pública son comunes, por eso, nada hay de extraordinario en el reciente movimiento que ocurrió en la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP). Pero sí destacaron la rapidez y la coherencia con que actuó el presidente Andrés Manuel López Obrador para elegir como nueva cabeza de la dependencia a una persona con conocimiento de la institución e involucrada en los procesos que ya están en marcha.

La SHCP es una institución toral para lograr los cambios que el país necesita llevar a cabo como parte de la cuarta transformación. Sin embargo, toda dependencia, incluida Hacienda, tiene que ser flexible en su composición para adaptarse a las modificaciones de los paradigmas que se dan en un verdadero cambio de régimen, como el que está experimentando nuestro país.

Uno de los elementos que definen el grado de flexibilidad de las instituciones son las condiciones de los sistemas en que se insertan. En México, su grado de rigidez es importante, resultado de la imposición de un modelo que, si bien ahora estamos cambiando, permeó el enfoque y las ideologías de quienes las conforman. Por ello, es lógico que, en una transformación tan profunda como la que estamos llevando a cabo, se sacudan los cimientos institucionales que por tanto tiempo estuvieron enraizados.

Otro elemento primordial que determina el grado de rigidez de las instituciones es la capacidad de adaptación de las personas que las conforman. En México, hay más de cuatro millones de servidores públicos. Cada uno de ellos cuenta con plena libertad de tener una ideología propia y opiniones diversas sobre cualquier tema. Sin embargo, quienes desempeñamos un cargo público nunca debemos olvidar que todos trabajamos para que el país avance; somos empleados del pueblo.

Desde su inicio, la cuarta transformación encabezada por el Presidente comenzó la renovación del sistema institucional mexicano. A partir del primer día, se ha combatido la corrupción que poco a poco fue permeando en la forma de operar de las instituciones, así como en la ideología de algunos servidores públicos que olvidaron su compromiso con el país. Por ello, es altamente deseable que si cualquier funcionario detecta algún tipo de corrupción, incluidos los conflictos de interés, no sólo los enuncie, sino que los denuncie, porque el compromiso es acabar con tales comportamientos.

Muchas somos las personas que deseamos lograr el cambio verdadero, y serán muchas las que decidirán romper filas, porque nunca será fácil desafiar al statu quo. Quienes permanezcamos tenemos claro que el esfuerzo valdrá la pena, que las instituciones perdurarán y que aquéllos que las integramos solamente podremos hacer lo mejor posible mientras estemos aquí. Quienes resistimos y seguimos luchando sabemos que los logros individuales nunca se podrán comparar con aquéllos que alcancemos si nos mantenemos unidos.

ricardomonreala@yahoo.com.mx
Twitter y Facebook: @RicardoMonrealA