En las seis décadas de carrera espacial, como en la lucha por la igualdad de género, las mujeres han tenido que navegar a contracorriente, ganando espacios para convertirse en astronautas: el hito histórico lo alcanzarán en cinco años, cuando la primera deje su huella en la Luna, con la misión Artemisa de 2024.

Este año se cumplen cinco décadas de que, por primera vez, la humanidad alunizó en el satélite natural de la Tierra, el 20 de julio de 1969, con el astronauta Neil Armstrong, comandante de la misión Apolo 11, y, con él, sólo 12 hombres han pisado la Luna.

Hasta el momento no se sabe quiénes serán los astronautas que irán a la Luna en 2024 y tampoco el nombre de la mujer que pisará el satélite natural por primera vez en la historia de la humanidad, porque la NASA se encuentra en el proceso de selección y sólo ha dado algunas pistas.

El administrador de esa agencia estadounidense, Jim Bridenstine, adelantó que deberá ser una mujer experimentada de su equipo de astronautas, y que haya volado a la Estación Espacial Internacional.

En la NASA hay 12 mujeres activas altamente capacitadas y, de las cuales, una de ellas pisará la Luna, según CNN Business, medio que indica que ellas están entre los 40 y 53 años de edad y son pilotos militares, agentes de la CIA, científicas, médicas o con títulos doctorales.

La mayoría son astronautas, como Christina Koch, que es ingeniera; Anne McClain, ingeniera y aviadora del Ejército; Serena Auñón, médica cirujana, y Tracy Caldwell, doctora en Química.

Kate Rubins es una microbióloga que ha realizado investigaciones con los virus de la viruela, el ébola y marburg; Shannon Walker, física espacial; Stephanie Wilson, licenciada en Ciencias de la Ingeniería Espacial, y Sunita Williams, capitana de la Marina y quien ha pasado 322 días en el espacio.

Ésos son algunos ejemplos del perfil que podría tener la próxima astronauta en la Luna.

Los soviéticos tienen entre sus trofeos el haber enviado a la primera mujer al espacio, con la cosmonauta Valentina Tereshkova, quien en 1963 expresó: “Ey, cielo, quítate el sombrero, ¡allá voy!”.

 

LEG