Foto: Reuters / Archivo Autoridades informaron que se encontraron gran cantidad de basura ilegal en cinco contenedores provenientes de Estados Unidos, cuando debían tener restos de papel y plásticos para ser reciclados  

Cansada de ser un depósito de desechos, Indonesia anunció este martes que devolverá 49 contenedores de desechos tóxicos y basura a sus países de origen, entre ellos varias naciones europeas y Estados Unidos, debido a que violan las normas sanitarias de reciclaje.

 

Al igual que otros países del sudeste asiático, como Filipinas y Malasia, Indonesia decidió enviar de regreso toneladas de basura ilegal, luego de que funcionarios de aduanas descubrieron en algunos contenedores pañales, plásticos rígidos, madera, telas y zapatos, entre los desechos.

 

Autoridades del Ministerio de Medio Ambiente y Bosques informaron que se encontraron “cantidades significativas” de basura ilegal en cinco contenedores provenientes de Estados Unidos, cuando se suponía debía tener restos de papel y plásticos para ser reciclados, por lo que se ordenó fueran devueltos.

 

Asimismo, tras ese hallazgo, el citado ministerio indicó que personal de control revisaría otros 65 contenedores en el Puerto Batu Ampar, en Batam, para corroborar su contenido, de acuerdo con reportes de la prensa indonesia.

 

La jefa de la Oficina de Aduanas de Batam, Susila Brata, informó que de los 65 contenedores examinados, 49 violaban las reglas de importación de desechos de papel, pues 38 de ellos contenían desechos tóxicos y peligrosos, y otros 11 tenían basura.

 

Únicamente 16 depósitos contenían los residuos aprobados para su entrega en Indonesia, precisó Susila y refirió que se decidió devolver los contenedores por recomendación escrita del Ministerio de Medio Ambiente y Bosques.

 

“Nuestro siguiente paso es enviar cartas de aviso sobre la reexportación de los contenedores a los países de donde partieron”, declaró la funcionaria y agregó que éstos serán devueltos en un plazo no mayor a 90 días.

 

Los residuos autorizados en Indonesia están destinados a ser reciclados en nuevos productos, los cuales una vez terminados son exportados. Sin embargo, muchas veces los contenedores llevan basura de otro tipo y las autoridades terminaban buscando cómo tratarla.

 

En 2018, China dejó de aceptar desechos de todo el mundo, creando un caos en el mercado global de reciclaje y obligando a los países desarrollados a encontrar nuevos destinos para sus desechos. Desde entonces, se han redirigido enormes cantidades de desechos al sudeste asiático.

 

En mayo pasado, Malasia prometió devolver cientos de toneladas de residuos plásticos, mientras Filipinas regresó 69 contenedores de basura a Canadá, lo que provocó fuertes disputas entre los dos países.

 

De acuerdo con el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés), cerca de 300 millones de toneladas de plástico se producen cada año y gran parte termina en vertederos o en los mares.

 

CS