Estamos sentados encima de un volcán a punto de estallar. Literalmente. Y nadie podrá salvarse en este mundo interconectado donde todos dependemos de todos. Por un lado, se intensifica cada vez más la ya insoportablemente feroz guerra comercial entre Estados Unidos y China, lo que hace crecer las inquietudes sobre la desaceleración de la economía a nivel planetario. En Europa, en un momento de poco crecimiento, resulta imposible ocultar los temores, sin pensar siquiera en los países asiáticos.

Al analizar los últimos gestos y la retórica entre ambos gigantes nos queda claro que la batalla va para largo.

Por si esto no fuera suficiente, surge otro frente, no menos explosivo: la escalada de tensión entre Washington e Irán. Teherán que derriba un dron estadounidense cerca del estrecho de Ormuz y Trump que ordena la riposta militar para minutos antes de su inicio echarse para atrás. Cuidado, mucho cuidado. Por primera vez desde hace mucho tiempo la amenaza de un enfrentamiento bélico se vuelve real. Por un lado tendríamos el bloque Estados Unidos-Israel; por otro, Rusia y China. Perderemos todos.

No perdamos de vista al tercer gran jugador en el tablero de ajedrez de la geopolítica: Turquía, convulsionada ahora por tensiones internas. La oposición al, en teoría, todopoderoso presidente Erdogan ganó la mayor alcaldía del país, la de Estambul; esta gigantesca ciudad-frontera entre Europa y Asia de 16 millones de habitantes lo aparece como una prueba más de que el sultán Recep se debilita. ¿Dónde? En la urbe que vio arrancar hace un cuarto de siglo su carrera política. Erdogan lleva las riendas del poder desde hace ya 17 años. Paradójicamente es él el autor de la frase:

“Quien pierde el control de Estambul pierde el control de Turquía”.

El problema en la estratégica Turquía no es sólo de corte político. Sufre también la economía del gigante euro-asiático de 83 millones de almas. La agencia de evaluación de riesgos Moody’s trasladó a Turquía del sector de “riesgo sustancial” al de “riesgo alto”. El motivo: la deuda turca supera en 2.6 veces el nivel de sus reservas financieras.

Cuando miramos la historia moderna nos damos cuenta de que los conflictos armados y de otro tipo siempre han tenido gran incidencia en las elecciones en Estados Unidos. ¿Quién sale beneficiado? Por lo general el Presidente en función. No se nos olvide que la campaña estadounidense está a punto de arrancar. Esto se va a poner intenso.

LEG