Todos tuvimos el gusto de conocer a Frida, una perrita rescatista que forma parte de la Unidad Canina y la de Búsqueda y Rescate Urbano de la Secretaría de Marina (Semar), que pese a que el momento en el que se hizo popular no fue el idóneo –durante su colaboración en los sismos del 7 y 19 de septiembre de 2017, en Chiapas, Oaxaca y Ciudad de México–, desde el primer día de su participación robó el corazón de los mexicanos y, en un momento de angustia y desesperación, nos brindó un poco de esperanza.

Hoy dedico este espacio en su honor, luego de que el lunes, durante la ceremonia en conmemoración al Día Internacional del Rescatista, la Marina destacó la labor de Frida en la dependencia, y anunció su retiro tras 10 años, dos meses y 12 días en el servicio activo de la Armada de México, lo que representan un promedio de 70 años en edad perro.

La imagen de esta veterana, de raza labrador y color dorado, trascendió a nivel internacional gracias a que apoyó en su trabajo de búsqueda y rescate de personas en otros países, como el terremoto de Haití de 2010, el deslave de Guatemala en noviembre de 2012 y en los sismos de Ecuador de 2016.

Es por ello que, haciendo eco de las palabras del almirante Redondo Arámburo, “Frida se robó el corazón de todo México y de miles más allá de nuestras fronteras”, pues durante su heroica labor dio una nueva oportunidad a 12 personas a las que encontró con vida de entre los escombros y brindó alivio a 41 familias que recibieron los restos de sus seres queridos tras hechos siniestros.

Durante una conmovedora ceremonia, a la entrañable rescatista le fue retirado el equipo táctico con el que operaba y que le caracterizaba, mismo que consta de googles, un chaleco grabado con la palabra Marina y cada uno de sus cuatro escarpines, y a cambio recibió de manos de su entrenador, Israel Arau Salina, un “juguete de retiro” que simboliza el comienzo de una nueva etapa en su vida.

Pero Frida no se retirará del todo, ya que su experiencia y conocimiento serán utilizados para enseñar a nuevos caninos de la Semar que, al igual que ella, dedicarán su vida a realizar trabajos de salvamento en zonas de desastre. Al final, seguirá siendo un orgullo para todos nosotros.

LEG