Elecciones internas dividen más al PRI: Carlos Ramírez Marín

Carlos Ramírez Marín, senador del Partido Revolucionario Institucional (PRI), señaló que rumbo que las elecciones internas por la dirigencia nacional, el tricolor se encuentra dividido, y señaló que aún prevalece la crisis interna.

“Le ha llevado un año esta crisis y no se ven señales de que la vayan a remontar, al contrario, tanto a nivel local como a nivel nacional, cada intento de renovación de dirigencias ha terminado con una mayor división del partido”, comentó en entrevista para 24 HORAS.

Descartó la posibilidad de que el gobernador con licencia de Campeche y aspirante, Alejandro Moreno, entregue al instituto político al Gobierno.

 

Senador Carlos Ramírez Marín, ya se va cumplir un año de que usted fue el único priista en ganar las elecciones bien

– Yo fui el único senador de mayoría del PRI del único de los candidatos que ganó, lo cual pues no puedo negar que me produce cierto orgullo, pero por encima de todo me dejó una enorme tristeza al día siguiente de la elección y una gran preocupación, porque sin duda iba a mostrar que difícil iba a ser la posición del PRI en el senado.

 

¿Y cómo le hizo para ganar?

– Yo creo que seguí la fórmula que todos teníamos, pero yo la seguí al pie de la letra todos sabíamos que teníamos que hacer una elección diferenciada. Todos sabíamos que el enemigo a vencer no era solamente el objetivo local, sino que iba a ver un fenómeno nacional representado por López Obrador con un arrastre impredecible, entonces, no iban a importar los nombres de los candidatos, sino iba importar la campaña… había que hacer una campaña diferenciada y una campaña que se notara y que llevará a los electores a reflexionar sobre la persona, y no utilizar el voto de una manera general como una estrategia de negarle al partido en el Gobierno una nueva oportunidad.

 

¿Eso fue justamente lo que pasó en el PRI a nivel nacional y en varios estados de la República?

– Pues evidentemente lo que pasó fue que no hilamos una serie de decisiones que eran indispensables previamente al proceso electoral, no las hilamos tampoco durante el proceso electoral y, penosamente, yo veo que tampoco lo hemos hecho después del proceso electoral. El PRI viene de una crisis, yo creo que nadie lo puede negar.

 

Precisamente y, entrando en materia, lo sucedido ayer, la renuncia de Narro para que sea uno de los contendientes para dirigir el partido ¿Cuál es su punto de vista? Ayer usted fue muy claro en su cuenta de Twitter pero ¿Qué es lo que está pasando en el PRI?  

– Lo que está pasando es que nuestra reflexión ha apuntado a decidir quién manda, el PRI. En su prioridad número uno estableció que una nueva dirigencia era la solución a su crisis. Le ha llevado un año esta crisis y no se ven señales de que la vayan a remontar, al contrario, tanto a nivel local como a nivel nacional, cada intento de renovación de dirigencias ha terminado con una mayor división del partido.

Eso quiere decir que no estamos en el camino adecuado, que el camino no está en quien nos dirige, sino qué vamos a representar, qué de verdad tenemos para ofrecerle a la ciudadanía, qué acto tiene que reivindicarnos otra vez con nuestros electores.

Para mí las elecciones internas, en ese sentido, lejos de ponernos en la ruta, como dicen algunos, yo difiero muy respetuosamente de ellos; yo creo que las elecciones internas nos están dividiendo más. Es un gran ejercicio una elección interna.

Es un gran ejercicio, una consulta directa sí, pero es como si dijeras tú que el ejercicio es bueno, sí claro, pero no se lo vas a aplicar a alguien que está en una cama en terapia intensiva; ése necesita primero las medicinas específicas y adecuadas para sacarlo de ese estado y, después, ponlo a hacer ejercicio.

El PRI no ha querido salir de ese estado porque hay, creo yo, un interés primordial: la herencia. Vamos a pelear la herencia, vamos a pelear la franquicia, vamos a pelear el nombre, vamos a pelear la firma, y yo no veo en eso un verdadero afán por querer construir un partido ganador, esa es mi preocupación hoy.

 

¿Usted va a renunciar o va a estar de brazos caídos?

– No, yo ni una ni otra cosa, al contrario, sigo yendo a foros, sigo, como decía Labastida, “pago para que me alquilen”. Voy a algunos estados donde me piden una participación; pago eventos que se tiene que hacer. Yo creo que para  levantar el estado de ánimo del partido no pasa tanto por elegir un presidente, pasa más por pagar las deudas de los Comités Directivos Estatales, dejar una cara presentable en cada estado, dejar lista nuestra estructura de reclutamiento y de capacitación; ésas son cosas que tienen que hacer primero.

Yo hubiera estado mucho más cómodo si nos ponemos de acuerdo para que una figura presidiera el partido interinamente, en tanto remontamos esta crisis y quedamos en condiciones. Entonces sí de un ejercicio de elección interna, abierto a navaja limpia, y entonces sí veamos el resultado.

“¿Oye, puedes estar equivocado, Marín?”  Sí, puedo estar equivocado, deseo estar equivocado, y ojalá sea como ha dicho este uno y otro candidato, que aquí está la fórmula para revivir el partido, rescatar el ánimo del partido, por lo pronto, a Narro ni lo rescatamos, ni lo revivimos. Ha causado baja y ojalá que no causen baja con él muchos otros priistas que, de buena fe, lo que están esperando es que el PRI rescate lo más importante frente a la ciudadanía, prestigio, eso es lo que al PRI necesita.

 

El llamado a la unidad que hizo Alejandro Moreno Cárdenas después de conocer la salida, la renuncia del dr.Narro, también de Beatriz Pagés y los comentarios que puso Manlio Fabio Beltrones que no va a participar en el proceso…

– Desafortunadamente los llamados a la unidad de unos y los llamados a la unidad de otros chocaran contra la realidad imperante y, en la realidad, imperante es que nos estamos dividiendo. Llamar a la unidad sí, pero eso no es llamar, es hacer por la unidad

 

¿Usted vislumbra el daño que habrá en el partido por la salida de Narro?

– Yo creo que Narro es una gente con prestigio, creo que es además un hombre  inteligente, creo que es además alguien cuya imagen de víctima nos hace más daño, mucho más daño y no debieron habérselo permitido. No debimos haber dado esa oportunidad. Yo creo que al PRI le hace falta un ejercicio de reflexión y diálogo; en serio no lo veo, bueno, a lo mejor estoy lejos de esos diálogos… y se dan en alguna parte, pero yo no estoy viendo en serio.

 

¿Usted cree que si gana Alito entregue el instituto político al Gobierno?

– No lo creo yo, por ejemplo, esa figura y esa imagen no la creo, no coincido, y no coincido por una razón muy sencilla: yo no sé para qué querría el Gobierno al PRI, como está ¿De que le serviría?

 

¿Está usted de acuerdo cómo se definió finalmente el proceso?

– No estoy de acuerdo en cómo lo preguntamos, no estoy de acuerdo en cómo lo planteamos. Creo que nos pusimos nosotros mismos una trampa, creo que no le dijimos a la militancia con sinceridad cuál era el problema y el tamaño del problema.

 

Falta mucho, pero ¿usted va a utilizar al PRI para llegar a Yucatán a su estado?  

– Pues yo espero estar dentro del PRI y que la representación me impulse para ser candidato a gobernador en Yucatán, en su momento, como bien dices tú, falta mucho tiempo. No deja de ser un deseo pero hoy por hoy lo más importante para mí es ser el mejor senador que haya tenido Yucatán.

 

FRASE:
Creo que en ese sentido lo que nos puede pasar es que en lugar de ayudarnos, este proceso nos perjudique más. Vamos a ver la otra cara de la moneda. Esta salida de Narro puede ser una alarma muy a tiempo todavía para que retomemos el camino.

 

Niega AMLO meterse en proceso interno

Por Diana Benítez

El Presidente Andrés Manuel López Obrador negó la acusación que lanzó el ex rector José Narro contra él, al afirmar que había “groseros indicios” de la intervención del Gobierno federal en el proceso de elección interna del PRI, partido al que renunció el miércoles pasado.

“No (hay intervención), desde luego. No somos iguales, pero no es para contestarle al doctor Narro, sino en general, que no somos iguales, nosotros no somos hipócritas, no decimos una cosa y hacemos otra.

“Entiendo mucho la situación, comprendo la situación del doctor Narro, pero ahora sí que como diría el clásico ¿y yo por qué?”.

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