La Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) es la primera línea de defensa en la seguridad nacional; sus funciones garantizan que la población consuma alimentos adecuados o que se prohíban y retiren productos y medicamentos que representan un peligro para la salud de la población.

Su importancia es indiscutible, de ahí que dotarla de los recursos, personal y libertad para cumplir cabalmente con su labor también es parte de la seguridad nacional mexicana.

A casi siete meses del nombramiento del médico cirujano José Alfonso Novelo Baeza, los resultados del organismo se presentan con claroscuros.

El logro que destaca es que bajo la conducción del médico con posgrado en Pediatría se logró atender el rezago de resoluciones de los trámites relacionados con medicamentos y dispositivos médicos, con lo que se descartó el riesgo de desabasto en el Sector Salud.

No fue un logro menor haber emitido 13 mil resoluciones en menos de un semestre, lo cual apunta a que Novelo Baeza tiene la capacidad para resolver intensas cargas de trabajo y entregar resultados.

Otra de las funciones que se han realizado de manera destacada son el cierre de establecimientos y consultorios médicos en la Ciudad de México, Puebla y Veracruz, en donde el personal no contaba con título o cédula profesional.

El pasado 24 de abril, el funcionario acudió ante la Comisión de Salud de la Cámara de Senadores y aseguró que las pasadas administraciones convirtieron al organismo en “una agencia facilitadora al servicio de los intereses industriales y económicos”, sin embargo, no detalló los nombres o empresas de esos “intereses”.

Entre los temas pendientes se encuentran los lineamientos para el uso medicinal de la mariguana, los cuales fueron revocados el pasado mes de marzo y aún no se dan a conocer las nuevas reglas para que millones de enfermos con epilepsia o autismo, entre otros padecimientos, puedan beneficiarse con estos fármacos.

En este sentido, hay que destacar que existen casos de personas con epilepsia que lograron reducir de cien a cero las convulsiones diarias a través del uso de la mariguana medicinal, y que los beneficios en pacientes con autismo están científicamente comprobados.

Contar con estos lineamientos no sólo beneficiaría a los pacientes que consumieran los fármacos, existen otros rubros en los que el impacto sería positivo, ejemplo de ello es que Colombia recibe seis mil millones de dólares por la venta de cannabis medicinal y espera que estas ganancias se dupliquen los próximos años.

A estas ventajas, habría que sumar la posibilidad de un impacto en los índices delictivos derivados de  la comercialización ilegal, y aunque aún no se analizan en materia de venta para uso medicinal, es de esperar que las ganancias de los criminales se verían mermadas, y con ello, el interés en su contrabando.

En los pasillos de la llamada “Cuarta Transformación” Baeza cuenta con un aliado en la Comisión de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Rural del Senado, el zacatecano José Narro Céspedes, quien ha planteado la necesidad de reabrir el debate y la discusión para que México pueda ingresar al nicho de casos de éxito en el aprovechamiento de la planta.

Narro Céspedes estima reactivar las discusiones a través de foros en los que tanto enfermos, como campesinos, académicos y especialistas puedan aportar sus experiencias y sugerencias para que la comercialización de estos fármacos se convierta en una realidad que beneficie a varios sectores de la población.