Foto: Archivo 24 Horas El presidente brasileño se pronunció en contra de lo que calificó como uno de los peores delitos registrados en el país sudamericano  

La mamá y la madrastra torturaron, castraron, acuchillaron y finalmente decapitaron a un menor de 9 años luego de que rechazara vestirse de mujer.

 

La Policía Civil de Brasil, descubrió luego de una investigación que Rosaa Auri da Silva en coordinación con su pareja Kacyla Pryscila Santiago Damasceno Pessoa intentaron quemar el cuerpo del niño en una parrilla para que no quedara rastro de su crimen.

 

Al no lograr su cometido, las mujeres colocaron los restos en un par de mochilas y una maleta que escondieron en una coladera.

 

“Rhuan Maycon tenía 11 cuchilladas, siendo que dos alcanzaron el corazón”, señaló el delegado encargado de la investigación Guillermo Melo.

 

La pareja ahora enfrenta cargos por homicidio calificado, lesiones corporales, ocultación de cadáver, tortura y fraude procesal, por lo que podrían alcanzar una pena de hasta 57 años de prisión.

 

Al respecto, el presidente brasileño se pronunció en contra de lo que calificó como uno de los peores delitos registrados en el país sudamericano.

 

“el impactante caso del niño ruan, que tuvo su órgano genital amputado y fue descuartizado por su propia madre y su compañera, es uno de los muchos delitos crueles que ocurren en Brasil y que nos hace pensar que, desafortunadamente, nuestra constitución no permite cadena perpetua”, escribió en su cuenta de Facebook.

 

 

DAMG