Foto: Reuters La temporada 2019 presenta un total de ocho torneos y cinco semanas de competición sobre el verde  

La temporada de hierba abre uno de los tramos más apasionantes del calendario tour. Sobre una superficie histórica del deporte, con unas particularidades muy precisas, los jugadores necesitan adaptar su juego para encontrar el camino a la victoria. El bote más bajo de la pelota, la necesidad de flexionar las piernas o la opción de subir puntualmente a la red convierten al césped en un arte a dominar por las estrellas del vestuario.

 

La temporada 2019 presenta un total de ocho torneos y cinco semanas de competición sobre el verde. Una oportunidad excepcional para observar a los mayores jugadores del mundo aceptando los desafíos de una superficie tan exigente como clásica. ¿Quiénes han sido los grandes dominadores de la hierba en los últimos años? ¿Qué tenistas destacan a la hora de controlar la pelota en el césped?

 

La colección de Roger Federer no encuentra comparación entre los tenistas en activo. El suizo presenta un total de 18 coronas individuales sobre hierba, más del doble que cualquier otro adversario contemporáneo. El tenis sobre césped se asocia de manera irremediable al maestro de Basilea que, con un juego tan suelto en las inmediaciones de la red como tras la línea, ha marcado una auténtica época en la era del fondo de pista.

 

El número de torneos celebrados sobre césped se ha ido reduciendo drásticamente con el paso de los años. Hasta 1974, a excepción de Roland Garros, tres de los cuatro Grand Slam se celebraban sobre hierba y su peso en el circuito era más que evidente. En un circuito ampliamente ocupado por las superficies duras, dejar un legado sobre césped es cada vez más complicado. Y el mérito de adaptarse a sus características se redobla. La habilidad de Roger Federer, que ha vencido en más del 40% de los torneos disputados, queda más que de manifiesto.

 

Con una presencia tan intermitente en el circuito, lograr estabilidad de resultados sobre hierba queda reservado a los elegidos. Entre los tenistas en activo, únicamente los miembros del llamado Big 4 han conseguido enlazar coronas sobre la superficie. Roger Federer, Andy Murray, Rafael Nadal y Novak Djokovic han firmado la gesta de encadenar trofeos entre las briznas, demostrando ser atletas con capacidad de adaptación a casi cualquier situación. El mayor ejemplo en este sentido lo encarna el suizo Federer, capaz de hilar 10 trofeos y permanecer invicto durante más de 5 años en la superficie (2003-2008).

 

Dada la escasez de citas a lo largo del calendario, tropezar en césped significa perder la oportunidad de sumar victorias casi hasta la próxima temporada. No es de extrañar que las cifras de triunfos sean escasas en comparación con el resto de superficies, bien repartidas durante todo el año. Entre los tenistas en activo, solamente dos jugadores han logrado superar el centenar de partidos ganados en césped. El suizo Federer (176) y el británico Andy Murray (107) son los tenistas que pueden presumir de dicho hito.

 

La catedral del pasto sigue sirviendo como juez supremo a los candidatos a domar el césped. El Big Four ha establecido un dominio exclusivo sobre la hierba del All England Club, asegurando los últimos 16 títulos sin concesión alguna. Algo que no ha sucedido en ningún otro Grand Slam. Si la hierba pone de verdad a prueba a los mayores competidores del circuito, el hecho de que solamente los más fuertes hayan tocado la gloria en Londres puede ser la principal prueba.

 

 

 

jhs