El 3 de junio pasado le conté que el Gobierno federal, a través de la Agencia de Investigación Criminal de la Fiscalía General de la Nación (FGN), logró la captura de los principales líderes y sucesores de la llamada Unión Tepito, Fuerza Unión Tepito y de una célula importante del Cártel Jalisco Nueva Generación.
En realidad, este operativo fue gracias a Omar García Harfuch, quien sólo necesitó de una semana para detener a los líderes del cártel de la Unión Tepito, de la Unión Anti Tepito y de una importante célula del Cártel Jalisco Nueva Generación.

 

Estos operativos, pese a los hechos de secuestro y homicidios que hemos visto en los últimos días, le han dado a la metrópoli cierto oxígeno. Sin embargo, los propios reportes que entregó Omar García Harfuch a la FGN detallaban que era necesario hacer una limpia en los cuerpos policiacos de la Ciudad de México.

 

En sus investigaciones logró comprobar que la Unión Tepito se dedicó a crear una red de corrupción al interior de instituciones de seguridad pública de la Ciudad de México, las cuales proporcionaban información clave a este grupo delictivo de acciones operativas en puntos de venta y distribución de droga.

 

Además de ello, la carpeta de investigación que se dejó en la FGN indica que los elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana de la CDMX y principalmente los de la Policía Ministerial brindaban protección institucional al momento de la detención de integrantes de su organización delictiva como la Unión Tepito o el CJNG.

 

Para ello se dejó evidencia en la FGN de que los elementos ministeriales eliminaban indicios al momento de la puesta a disposición, con lo que los delitos graves no lograban confirmarse y, por lo tanto, los miembros de las organizaciones delictivas quedaban libres a las pocas horas de ser detenidos.

 

Hasta la fecha, la administración de Ernestina Godoy al frente de la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México ha abierto cerca de mil expedientes en la Visitaduría Ministerial y 850 denuncias en la Fiscalía de Servidores Públicos.

 

Las denuncias fueron abiertas como los documentos 24 horas luego de denuncias ciudadanas, mientras que los expedientes fueron iniciados de oficio debido a la evaluación que se realiza al interior de la dependencia, a través de comisiones encabezadas por la misma procuradora.

 

Hasta el 21 de marzo se habían registrado 850 carpetas de investigación en la Fiscalía de Servidores Públicos sobre inconsistencias cometidas por funcionarios de la dependencia, entre ellos posibles actos de corrupción. Pero ninguna limpia importante de los elementos vinculados con los grupos criminales.

 

Será difícil la labor que tendrá en la Policía Ministerial, Omar García Harfuch. Sin embargo, en esta clase de trabajos tiene amplia experiencia, y no será la primera vez que limpie de corrupción y de malos elementos una corporación. No obstante, habrá que ver si Claudia Sheinbaum no erró en mandar a García Harfuch a la Policía Ministerial y no a la Secretaría de Seguridad Pública Ciudadana. Por cierto, ojalá le hicieran caso al director del Observatorio Nacional Ciudadano, Francisco Rivas, y la CDMX transparente su política de seguridad y justicia.

 

 

 

jhs