Foto: Twitter / @GregAbbott_TX Aunque Abbott ha negado rotundamente su participación, los documentos apuntan que ya en agosto de 2018, la oficina del gobernador dio prioridad al programa para eliminar votantes  

Autoridades de Texas fueron acusadas de eliminar votantes hispanos del padrón electoral, en un caso en el que estaría involucrado el gobernador republicano Greg Abbott, el vocero del mandatario negó la acusación.

 

El Departamento de Seguridad Pública (DPS, por sus siglas en inglés) identificó a unos 100 mil residentes de Texas como ciudadanos no estadunidenses con registro de votantes, e incluso especificó que 58 mil votaron en una o más elecciones.

 

Una demanda que interpuso la Liga de Ciudadanos Latinoamericanos (LULAC) en contra del exsecretario de Estado texano, David Whitley, incluyó correos electrónicos que responsabilizan a Abbott de impulsar desde la gubernatura ese esfuerzo por sacar a los votantes naturalizados del padrón.

 

En la demanda se documentaron 46 páginas de correos electrónicos entre la Secretaría del Estado, el Departamento de Seguridad Pública (DPS) y la oficina del gobernador, respecto a la manera de compilar la lista, informó la cadena de televisión Univisión.

 

Campaign Legal Center (CLC), otra de las organizaciones que promueve la demanda, difundió los documentos, obtenidos con fines legales desde el Departamento de Seguridad Pública.

 

Un funcionario de DPS dijo que a principios de año se entregó información, y una petición urgente de la oficina del gobernador fue solicitada para hacerlo de nuevo.

 

Aunque Abbott ha negado rotundamente su participación, los documentos apuntan que ya en agosto de 2018, la oficina del gobernador dio prioridad al programa para eliminar votantes, dijo Mark Gaber, director de litigios en CLC.

 

El vocero de Abbott, John Wittman, declaró que “esto es evidentemente falso” y añadió que “ni el gobernador ni la oficina del gobernador dieron una directiva para iniciar este proceso”.

 

Aunque Abbott está cumpliendo su último periodo como gobernador en Texas, su relación con el caso podría complicar otras ambiciones políticas, sobre todo si compromete las nominaciones a cargos en el Ejecutivo y en el Congreso estatal en los tres años que le quedan por delante en Texas, añadió la televisora.

 

CS