Durante el pasado martes, el senado de Alabama aprobó un proyecto de ley que prohíbe casi en su totalidad al aborto en el estado.

 

Posteriormente, el miércoles la gobernadora Kay Ivey firmó dicha ley, con la cual los médicos que realicen el procedimiento estarán cometiendo un delito que conlleva a una pena de entre 10 y 99 años de cárcel.

 

Al respecto la gobernadora de Alabama señaló: “Esta legislación es un poderoso testamento de las firmes creencias de los residentes de Alabama de que cada vida es preciosa y es un regalo sagrado de Dios”.

 


 

Con dicha ley, el aborto sólo es permitido si hay peligro de muerte para la madre o el feto, y no contempla los embarazos por violación o incesto.

 

Por su parte, si alguna mujer llega a someterse a un aborto, sea cual sea la razón, no estará sujeta a cargos criminales.

 

Cabe señalar que la gobernadora reconoció que probablemente la ley no se ponga en práctica.

gac