Foto: Especial En vez de hacer comidas abundantes, come menor cantidad y suma colaciones cada dos o tres horas para mantener altos tus niveles de energía.  

Sentirse cansado o tener dificultad para concentrarse después de la comida es relativamente común. Es posible que una persona se sienta cansada, dependiendo de qué, cuándo y cuánto comió.

De acuerdo con Mónica Méndez Díaz, profesora de la Facultad de Medicina, el mal del puerco ocurre cuando hacemos una comida muy abundante que eleva la cantidad de glucosa que tenemos en sangre. Además, existen algunos alimentos que aumentan la sensación de querer dormir después de ingerirlos, algunos de ellos son: el pan dulce, los postres y los alimentos que contienen niveles altos de azúcar.

¿Por qué pasa y cómo podemos evitarlo?

Existe un mito, el mal del puerco nos da porque durante el proceso de digestión, la mayoría de nuestra sangre se centra en el estómago para facilitar la absorción de nutrientes, dejando al cerebro con poca sangre; es una idea totalmente errónea, ya que la perfusión sanguínea en el cerebro es la prioridad del organismo, aseguró la investigadora Méndez Díaz en un artículo publicado por la UNAM.

Mónica Méndez comentó que al comer, la glucosa que se encuentra en la sangre se dirige al sistema nervioso y esto impide la actividad regular de las células que tenemos en el hipotálamo lateral, en el cerebro, donde existen la neuronas orexinérgicas, que cuando encuentran glucosa en la sangre disminuyen su actividad y esto facilita la sensación de tranquilidad y propicia el sueño.

Apunta que no es algo malo, sino que se trata de un estado fisiológico que debería cumplirse, aunque a veces es mejor evitarlo si se debe regresar a clases o al trabajo.

 

A continuación, la doctora Hania González nos enumera algunas de las razones por las que las personas se pueden sentirse cansadas después de comer y cómo evitarlo

 

Cuánto y qué comes

Los investigadores han encontrado que las personas se sienten aletargadas luego de comer carbohidratos o muchas calorías, porque se genera un exceso en la producción de insulina, lo que se traduce en un bajón brusco de los niveles de glucosa en la sangre.

Cuándo comes.

El reloj biológico de una persona o ritmo circadiano pueden afectar cómo se siente después de comer. La Fundación Americana del Sueño (National Foundation of Sleep, en inglés), reporta que la gente tiene, naturalmente, un bajón de energía a las 02:00 horas y de nuevo a las 14:00 horas. Esto puede explicar la tradición de tomar una siesta después de la hora de la comida.

La luz del día o la oscuridad, son esenciales para regular el ritmo circadiano, pero la hora de consumir alimentos también puede tener un efecto.

Cómo dejar de sentirse aletargado

Sentirse cansado después de los alimentos puede ser frustrante, en especial a la hora de la comida cuando tienes que regresar a trabajar. Las siguientes estrategias pueden ayudar a prevenir el cansancio después de un alimento:

Come poco y con mayor frecuencia.

En vez de hacer comidas abundantes, come menor cantidad y suma colaciones cada dos o tres horas para mantener altos tus niveles de energía. Una fruta o un puñado de almendras debería ser suficiente para evitar el bajón de energía.

Duerme lo suficiente

Una persona que no duerme lo suficiente por la noche es menos propensa a tener un bajón de energía después de comer.

Consume bebidas con cafeína de manera moderada.

Otra opción muy recurrida para despejarse del sueño es tomar bebidas con cafeína. La cafeína es un estimulante presente de manera natural en algunos alimentos. La FDA (Food and Drug Administration, por sus siglas en inglés), recomienda un máximo de 400 miligramos de café al día, o lo que equivale, a dos o tres tazas de café.

Está comprobado que un consumo moderado de cafeína puede ayudar con la pérdida de peso, mejorar la función cognitiva y el estado de alerta.
Sal a dar un paseo.

Hacer un poco de ejercicio durante el día, en especial después de comer, puede ayudar a la gente a sentirse menos cansada.

Dormir una siesta.

no siempre es recomendable tomar una siesta, pero si nos quedamos dormidos, es recomendable que sea alrededor de 15 a 30 minutos máximo si vamos a realizar actividades cognitivas después de dormir.

 

Por último, es importante recalcar que, si aún haciendo estos cambios, la persona sigue experimentando mucho cansancio después de comer, debe consultar al médico para descartar otros padecimientos.

LEG