Foto: Reuters El miércoles, en el Senado de EU, el fiscal general, William Barr, se dedicó a defender al Presidente Trump; ayer no acudió al Congreso y le pusieron una gallina en el lugar que ocuparía  

La actuación del fiscal William Barr ante el Senado el miércoles, y su ausencia ayer en el Congreso para exponer su interpretación del Informe Mueller le valió echarse encima a los demócratas.

 

Todo comenzó el miércoles, cuando Barr defendió ante el Comité Judicial del Senado el manejo que dio al informe del fiscal especial Robert Mueller -documento que versa sobre la presunta injerencia rusa en las elecciones de 2016- y su afirmación de que no hay evidencias de obstrucción de la justicia por parte del presidente Donald Trump.

 

Barr aseguró que el Departamento de Justicia permitió a Mueller completar su trabajo hasta que lo considerara “adecuado”, y dijo que estaba “francamente sorprendido” de que el fiscal especial no llegara a una conclusión sobre si Trump obstruyó la justicia.

 

Barr respondió preguntas de los senadores demócratas sobre su declaración del 24 de marzo, cuando dio a conocer su conclusión del informe de Mueller, en el que dijo que la investigación exoneraba a Trump y sus colaboradores de haber conspirado con Rusia.

 

Para la presidenta de la Cámara baja, Nancy Pelosi, Barr mintió sobre su interacción con Mueller, por lo que acusó al fiscal general de EU de cometer un delito.

 

La portavoz del Departamento de Justicia, Kerri Kupec, aseguró que la acusación de Pelosi era “imprudente, irresponsable y falsa”.

 

Ayer, Barr canceló una audiencia ante la Comisión Judicial de la Cámara de Representantes, tras una discusión con el presidente del panel, el demócrata Jerrold Nadler, quien amenazó con declararlo en desacato si no entregaba una copia no censurada de los hallazgos de Mueller.

 

“No tendremos más alternativa que avanzar rápidamente para declarar al fiscal general en desacato si nos ignora o no dialoga por voluntad propia”, advirtió Nadler.

 

 

 

jhs