TOKIO.- El príncipe Naruhito ascenderá al Trono del Crisantemo este 1 de mayo, cuando se convertirá en el emperador número 126 de Japón, con lo que se iniciará en el país la era “Reiwa”, término que está compuesto de dos caracteres: Rei y Wa, que significan “orden” y “paz” o “armonía”.

 

Este martes llega a su fin la era “Heisei” (“Logrando la paz”) con la histórica abdicación del actual emperador Akihito, cuyo precario estado de salud y su edad obligaron a realizar cambios legislativos para que, por primera vez en más de dos siglos, un emperador de Japón pudiera dejar el cargo.

 

Naruhito, de 59 años, ha roto ya de hecho algunas prácticas tradicionales en la familia imperial japonesa, como es el hecho de haber vivido hasta los 30 años con sus padres y hermanos, como señala la biografía escrita por el periodista Yamashita Shinjj, especializado en temas de la Casa Imperial de Japón.

 

A diferencia de su padre, que creció como heredero al trono, lo cual implicaba que tuviera una serie de obligaciones desde los 18 años, Naruhito era sólo “el nieto de Hiroito”, lo que le permitió llevar una vida más tranquila y dedicarse a las cosas que le interesaban.

 

El príncipe Naruhito, quien nació el 23 de febrero de 1960, ingresó a los 18 años a la Universidad Gakushín, donde se graduó en el Departamento de Historia de la Facultad de Letras.

 

En esa misma institución, hizo un posgrado en Humanidades y se especializó en Historia de las Comunicaciones y los Transportes en la Edad Media.

 

En 1983, a los 23 años, Naruhito se traslada a Reino Unido para matricularse en el Merton College de la Universidad de Oxford, donde investigó la historia del transporte fluvial en río Támesis durante el siglo XVIII.

 

En 1985, regresó a Japón y cursó un máster en Humanidades en la Universidad Gakush?in, el cual concluyó en 1988 a la edad de 28 años.

 

Ese mismo año, Naruhito se convierte en el príncipe heredero tras la ascensión de su padre al Trono del Crisantemo, de acuerdo con el sitio nippon.com de la Agencia de la Casa Imperial, la entidad japonesa que se encarga de la administración de la Familia imperial de Japón.

 

En 1993, a la edad de 33 años, Naruhito se casó con Owada Masako, descendiente de una familia de diplomáticos, quien también estudió en Oxford y con quien procreó en 2001 a su hija Aiko, princesa Toshi.

 

Su relación familiar, con una esposa tratada desde 2003 por un trastorno de adaptación, ha marcado a Naruhito, quien desde muy joven ha reconocido la importancia de la familia como base social.

 

En una rueda de prensa en 1984, el príncipe heredero sostuvo que solo mediante una comprensión profunda de los sentimientos de personas cercanas como los familiares era posible llegar a comprender realmente los de los ciudadanos.

 

Además de ejercer sus funciones oficiales, Naruhito ha tenido una activa participación en la crianza de su hija Aiko, lo que le ha valido algunas críticas de sectores que consideran que dedica demasiado tiempo a cuestiones privadas.

 

El príncipe heredero afirma que “es necesario obtener una imagen precisa de lo que se exige de la Casa Imperial en cada momento y desarrollar unas funciones públicas acordes a la época”, según la biografía elaborada por el periodista Yamashita Shinji, exfuncionario de la Agencia de la Casa Imperial.

 

En noviembre de 2007, el heredero al Trono del Crisantemo fue nombrado presidente honorario de la Junta Consultiva sobre el Agua y el Saneamiento de las Naciones Unidas, debido a su marcado interés por el tema sobre el cual ha dictado varias conferencias en Japón y otros países.

 

Al cumplir 45 años, en 2005, Naruhito admitió que otros temas que le preocupan son los servicios sociales para niños y ancianos, ante el envejecimiento de la población de su país, así como la promoción de las relaciones de amistad con otras naciones, incluido el intercambio cultural.

 

Además de su conocido interés por el tema del agua, en el cual ha estudiado problemas como su potabilidad, las inundaciones y otros desastres causados por ese elemento, Naruhito es aficionado al tenis, el montañismo, el ejercicio aeróbico y a tocar la viola.

 

El próximo miércoles, Naruhito asumirá el Trono del Crisantemo, al frente del cual podría inaugurar una nueva era para la familia imperial más acorde con los retos de la modernidad.

 

dpc