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México padece una inseguridad crónica e histórica de acuerdo con el Secretario de Seguridad Pública, Alfonso Durazo, quien bajo juramento de decir verdad, compareció la semana pasada ante el Senado de la República y fue realista al reconocer que el problema no se puede resolver en seis meses, como señaló desde Veracruz, el Presidente Andrés Manuel López Obrador.

México no sólo padece una inseguridad crónica e histórica, también el nivel de violencia ha incrementado, basta decir que en lo que va del sexenio cuatro alcaldes han sido asesinados en los estados de Veracruz, Hidalgo, Oaxaca y Michoacán; se han registrado más de 8 mil víctimas de homicidio y 227 mujeres han sido víctimas de feminicidio, según cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública.
Es lamentable que lejos de responder con acciones concretas, el debate lo desvíen desde el más alto nivel para responsabilizar a administraciones anteriores de las víctimas de la delincuencia, que de enero a marzo de este año, han sido en total 76 mil 717 por diversos delitos.
Legisladores de Morena y sus aliados e integrantes del Gabinete federal, no se cansan de hacer alarde de que la violencia que hoy vive nuestro país es la herencia de los sexenios pasados y les pesa reconocer que el número de delitos ha ido en aumento.
¿Hasta cuándo se asumirán como gobierno?, ¿hasta cuándo dejarán de repartir culpas? que por cierto, hay para todos, ¿hasta cuándo dejarán de lado el rencor y se pondrán a trabajar?
Si bien la inseguridad que hoy vivimos en el país no se originó en el actual sexenio, tampoco es viviendo en el pasado como lograrán combatirla. Es necesario reconocer y trabajar, es necesario dejar atrás la soberbia y comenzar a cerrar heridas que lo único que generan es más violencia.
El secretario Durazo aseguró que será en tres años cuando el país comience a ver niveles razonables de paz y tranquilidad y comprometió que en 2024 la actual administración entregará un país estable y en paz. Pero fue políticamente correcto, al señalar que no se regodeará en la sangre derramada de otros sexenios.
¿De quién son los muertos? Son de México y a todos nos duelen.
Y en pregunta sin ofensa:
¿Quién es el responsable de que incremente el costo del aeropuerto en Santa Lucía por no reportar la existencia de un cerro en la zona?
TFA