Luego de la abrumadora victoria en las elecciones presidenciales, Morena encuentra en los procesos electorales en Puebla, Aguascalientes, Baja California, Quintana Roo, Durango y Tamaulipas su mayor desafío.

La designación de candidatos que promuevan y hagan suyas las aspiraciones de la denominada “cuarta transformación”, con el reconocimiento y popularidad para continuar con la racha ganadora, y que al mismo tiempo no profundicen las primeras señales de ruptura interna generadas por el enfrentamiento entre la presidenta Yeidckol Polevnsky y el coordinador de los senadores, Ricardo Monreal, son los mayores obstáculos a vencer.

Morena enfrenta un panorama en que está obligado a retener las preferencias electorales, sin extraviar las estructuras del partido.

Una señal de alerta ya se presenta en Aguascalientes, en donde la designación de los candidatos para los 11 ayuntamientos que deberán elegirse el próximo domingo 2 de junio generó molestia entre las bases morenistas locales.

El malestar se desprende de la sensación de falta de reconocimiento de los que han militado en el partido desde su creación, y el rechazo a permitir que personajes que hasta hace poco se encontraban abanderando causas de otros institutos políticos lleguen a los puestos elegidos bajo las siglas de Morena.

Para los inconformes, desdeñar a los que desde el inicio de la candidatura del ahora Presidente, Andrés Manuel López Obrador, se entregaron a las tareas de su promoción e impulso, y que resultaron en la victoria, para privilegiar el registro de ex priistas y ex panistas sería un error táctico, toda vez que aunque ganen en la contienda, se estaría entregando el partido a las prácticas y costumbres del pasado que tanto se pretende cambiar.

El delegado federal de Morena en la entidad, Aldo Ruiz Sánchez, y Judith Baca, asesora jurídica de los aspirantes que no resultaron designados candidatos, ya interpusieron denuncias ante el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación para solicitar que se privilegie el registro de miembros con mayor tiempo de militancia en Morena.

Incluso, Baca Morales recientemente acusó al ex senador del PAN, Fernando Herrera Ávila de injerir en los proceso internos para elegir candidatos morenistas.

Dudas en el Consejo de la Judicatura Federal

Luego de que se dieran a conocer probables desvíos de recursos en el Consejo de la Judicatura Federal, cobra relevancia el hecho de que el consejero Alfonso Pérez Daza, quien ahora preside la Comisión de Administración, integró dicha comisión durante toda la administración de Luis María Aguilar Morales, periodo en que se sospecha el quebranto.

Por tanto, se hace necesaria una explicación de la participación que tuvieron los integrantes de la Comisión de Administración y los órganos de control interno en el cúmulo de irregularidades que se ventilaron.

Pero más aún, como es que a pesar de los primeros hallazgos se haya designado a Pérez Daza como presidente de la Comisión de Administración, si al interior del propio Consejo habría tenido conocimiento de los contratos asignados y servicios prestados que se señalan dentro de las irregularidades.

Un reto importante tiene ante sí el ministro Zaldívar, como enfrentar las crisis que detonen los nombramientos de personas que se desempeñaron en puestos clave durante periodos que están bajo sospecha de quebranto.