Foto: Notimex Para la mayoría de los católicos, visitar Jerusalén y conocer el lugar exacto donde tuvo lugar la crucifixión, sepultura y resurrección de Cristo, es un sueño  

Jerusalén.- Para la mayoría de los católicos, visitar Jerusalén y conocer el lugar exacto donde tuvo lugar la crucifixión, sepultura y resurrección de Cristo, es un sueño, que se vuelve un verdadero Viacrucis, pues los precios para visitar la llamada Tierra Santa son elevados y en muchos casos incosteables.

 

Los católicos, al igual que los judíos, tienen sus dos sitios más sagrados en este país de Medio Oriente: el Santo Sepulcro y el Muro de los Lamentos, en ese orden, y los mexicanos no son ajenos a visitar ambos lugares.

 

De acuerdo con datos del Ministerio de Turismo de Israel, durante 2018 se registró la llegada de 36 mil 500 mexicanos a Tierra Santa, 27 por ciento más que el año previo y es justo en Semana Santa, cuando aumenta el turismo mexicano a este país.

 

En esta temporada, un viaje de siete noches cuesta alrededor de 60 mil pesos por persona, con salida desde Ciudad México, y estancia en hoteles de cuatro y cinco estrellas que incluyen desayuno y comida, guía certificado en español, y vuelos redondos en clase turista con escala en alguna ciudad de Europa.

 

Quirino Pérez Hernández, quien tiene 43 años de edad y vive en Hidalgo, gastó 70 mil pesos en promedio para el viaje de dos semanas, y de regreso hará una escala en Madrid, España, donde también aprovechará para visitar diferentes lugares.

 

“Como católico cristiano quiero conocer los orígenes de mi fe, y quiero seguir los pasos de Jesús, ver la tierra donde nació, creció e hizo su vida pública, y donde fue su muerte y resurrección, por eso vengo”, afirmó el mexicano que planeó este viaje desde hace tres meses.

 

Junto con tres amigos recorrerá Jerusalén, además visitará Belen y el Mar Muerto, “lo queremos hacer en grupo porque no es fácil andar solo en esta ciudad, hay ciertos conflictos de los que no me corresponde hablar, pero por ello queremos irnos de mochilazo”.

 

El grupo de mexicanos pretende utilizar agencias de viajes locales, porque han tenido la experiencia de contratar tours desde México, y al llegar al lugar encontrar el mismo servicio, pero más barato.

 

Sin embargo, Pérez Hernández no contempló un seguro de viajero, “como mexicanos siempre salimos con esa actitud de que vamos a regresar con bien y que no necesitas nada extra porque no nos va a pasar algo malo, por eso no consideré el gasto extra del seguro”.

 

En Jerusalén y sus alrededores también se encuentran los mejores hoteles: King David, David Citadel, Waldorf Astoria y Mamilla, lugares donde se hospedan presidentes, ministros y artistas, y cuyos precios superan los diez mil pesos por noche en una habitación sencilla.

 

Israel y sus principales ciudades aceptan dólares y euros, sin embargo, su moneda es el shekel, unos cinco pesos mexicanos con 30 centavos, nada barato si se considera que una botella de agua de 330 mililitros tienen un costo de seis hasta diez shekels.

 

Jerusalén, murallas blancas que albergan misticismo y tolerancia

Si bien entrar a la vieja Jerusalén, lugar donde se encuentran los lugares más emblemáticos para visitar, es gratuito, se deben considerar gastos como alimentos, souvenirs y guía de expertos.

 

En esta ciudad hay callejones con tiendas que venden desde artículos religiosos, ropa, alimentos, especias, y recuerdos, hasta aquellos que ofrecen joyería de lujo, arte, y muebles de diseños exclusivos, lo cual se debe prever si se quiere llevar un recuerdo a familiares y amigos.

 

La mayoría de los visitantes inician su recorrido en la Puerta de Jaffa, donde también se encuentra la Torre de David, en tanto que al avanzar por los estrechos callejones, se adentra a la zona cristiana.

 

En el centro de esta zona se enclava el lugar más sagrado para los cristianos, la Iglesia del Santo Sepulcro, la cual alberga el sepulcro de Jesucristo, El Monte Calvario o Gólgota, y la Piedra de la Unción.

 

Las filas parecen interminables, hay que esperar aproximadamente una hora para llegar a la puerta que resguarda dos cámaras, la primera conocida como Del Ángel y la segunda donde se encuentra la piedra sobre la que fue depositado el cuerpo de Jesús.

 

El espacio es muy pequeño, por lo que solo se accede en grupos de tres o cuatro personas, a las cuales no se les permite estar más 10 o 15 segundos.

 

El lugar es custodiado por distintas comunidades o iglesias, tal es el caso de la Ortodoxa Griega, la Armenia, la de los Coptos, la Siriana Ortodoxa, la Etíope, y la Católica.

 

El Gólgota se ubica a la derecha de la Iglesia del Santo Sepulcro, al que se debe acceder por unos empinados escalones, y al llegar a la planta superior se encuentra una sala dividida en dos partes.

 

La primera tiene la capilla de la Crucifixión y la segunda protege la capilla del Calvario, donde debajo del altar se puede acceder a través de un hueco a la piedra donde se colocó la cruz donde Jesús fue crucificado.

 

La Piedra de la Unción recibe a todos al entrar a la Iglesia, lugar donde el cuerpo de Jesús fue ungido tras ser bajado de la cruz y antes de ser depositado en el Santo Sepulcro, por lo que fieles llevan objetos para ser bendecidos sobre la roca.

 

En el mismo barrio cristiano se puede recorrer la Via Dolorosa, pasajes por donde Jesús cargo la cruz y en la cual tuvo tres caídas, este Viacrucis tiene 14 estaciones, y todas cuentan con pequeñas iglesias que en ocasiones suelen estar cerradas al público.

 

A unos pasos más está el barrio o zona Judía, ahí se encuentra el lugar más sagrado para los que profesan dicha religión: El Muro de los Lamentos, el cual se ha convertido en centro de reunión de creyentes y visitantes para orar, contemplar y colocar notas con súplicas entre sus piedras.

 

El lugar ha sido escenario de varios atentados, por lo que es normal ver la presencia de militares armados, además de que para acceder se debe pasar por controles de seguridad.

 

Al muro acceden todos, y se puede tomar fotos del lugar y muchas veces de los fieles que acuden, sin embargo los sábados o shabat (día de descanso para el judaísmo), está absolutamente prohibido tomar imágenes.

 

El barrio musulmán es el mas grande la ciudad vieja, y también el más animado, sin embargo, el acceso a las mezquitas está restringido a los no musulmanes, no así sus jardines y las vistas a la cúpula dorada, la cual esta situada sobre el Santuario de la Roca.

 

A su alrededor las tiendas de especias y vistosas tiendas de ropa llaman la atención de cualquier visitante que se adentra a una de mas ciudades más místicas de toda la orbe.

 

 

fahl