Foto: Reuters En 1830, Notre Dame fue restaurada por Eugène Viollet-le-Duc, quien las techumbres y la aguja central con un recubrimiento de pizarra que imitaba el antiguo tejado  

La Catedral de Notre Dame se encuentra entre las llamas debido a un fuerte incendio que dio inicio cerca de las 18:00 horas (local), sin embargo, a casi tres horas de que iniciara el siniestro, poco han podido hacer los servicios de emergencia.

Y es que aplacar las llamas con agua podría causar una tragedia mucho mayor.

Como ejemplo está la catedral de Léon, en España, que en 1966 ardió, pero al evitar consumir las llamas con agua se pudo conservar la estructura prácticamente intacta.

Javier Ribera Blanco, catedrático de Historia y Restauración Arquitectónica y subdirector del Instituto de Patrimonio Cultural, explica al diario El País, que es preferible dejar arder la madera y la pizarra de Notre Dame que rociar con agua, porque la piedra absorbe la humedad, aumenta el peso y podría desplomarse todo el conjunto.

 

 

“En León pasó lo mismo hace cincuenta años. El cantero dio la voz de alarma, se evitó mojar la piedra y la catedral se salvó”, afirma.

En 1830, Notre Dame fue restaurada por Eugène Viollet-le-Duc, quien las techumbres y la aguja central con un recubrimiento de pizarra que imitaba el antiguo tejado.

“Está ardiendo el cimborrio, que es una de las partes que Viollet-le-Duc restauró y donde se podía ver un conjunto escultórico de los 12 apóstoles subiendo hacia el cielo y donde el mismo restaurador se incluyó porque era un ególatra”

Asimismo, Ribera Blanco consideró que puede haber daños incalculables si no se controlan las llamas a tiempo.

“El fuego derretirá el plomo que las une y estallarán si las llamas no son controladas a tiempo”.

 

 

JMSJ