Por más de cinco años, María ha llevado de comer a su hermano parapléjico el menú de tres tiempos que de lunes a viernes sirve el comedor Niños Héroes, en la alcaldía Benito Juárez, el cual está en un proceso legal para evitar su cierre, el cual fue ordenado por el Gobierno de la Ciudad de México.

El alegato de las autoridades capitalinas es que el inmueble (ubicado en Avenida Niños Héroes 159), no es apto para seguir ofreciendo el servicio debido a los daños que presentó tras el sismo del 19 de septiembre de 2017.

Sin embargo, la administradora del comedor, Yarel Salazar Armento, junto con Hugo Torres Zumaya, presidente de la organización Unidos Sí Podemos CDMX, ofrecieron una conferencia de prensa en la que mostraron dictámenes expedidos por un Director General de Obra (DRO), que avala que el edificio se encuentra en buenas condiciones estructuralmente, y exigieron restablecer el suministro de alimentos por parte del Gobierno.

“No se detectaron daños estructurales, el inmueble se encuentra en condiciones estables, por lo anterior se concluye que cumple con las normas y disposiciones al respecto que indica que el reglamento de construcciones de la Ciudad de México”, consta en el documento expedido por el despacho de arquitectos Fernando Herrera Camacho.

Aunado a este dictamen, los responsables del comedor, que da servicio a más de 200 beneficiarios, cuentan con una determinación del área de Protección Civil de la alcaldía Benito Juárez, que confirma lo mismo que el despacho de arquitectos.

Pese a estas pruebas, Salazar y Zumaya acusaron al Gobierno central, encabezado por la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, de insistir en la clausura del lugar, por lo que este lunes presentaron un amparo ante el Segundo Juzgado de Distrito en Materia Administrativa de la Ciudad de México, para evitar su cierre.

Todavía ayer, María pudo acudir al comedor, el cual ha seguido ofreciendo el servicio con recursos de Salazar Armento, toda vez que desde el 22 de enero pasado le fueron cortados los suministros (arroz, carne y frijoles, entre otros).

A decir de Salazar, han contraído deudas para mantener abierto el comedor, que desde hace 10 años provee alimentos a gente mayor, niños y personas con discapacidad, como el hermano de María, quien obtiene los 10 pesos que cuesta los alimentos a través de trabajos que realiza en la vía publica.

LEG