Foto: Reuters Como es costumbre, mientras en el Parlamento se votaban las cuatro propuestas, en las calles la gente reclamaba con festivos trajes. Jóvenes que protestaban por inacción ante cambio climático logró entrar al recinto legislativo y despojarse de su ropa  

La salida del Reino Unido de la Unión Europea se mantuvo ayer en un punto muerto.

Luego de una agitada semana, en la que la estrategia de divorcio de la primera ministra, Theresa May, fue rechazada por los legisladores por tercera ocasión, a pesar de que ofreció renunciar si era aprobada, la futura dirección del Brexit sigue inmersa en la confusión.

El Parlamento británico rechazó las cuatro alternativas al Brexit propuestas por May. El secretario de Estado para el Brexit, Stephen Barclay, afirmó que la Cámara de Representantes no logró encontrar una mayoría de votos para ninguna opción.

La posición predefinida, agregó, sigue siendo que Reino Unido deje la Unión Europea el 12 de abril sin un acuerdo para suavizar el impacto económico de una salida abrupta.

Los miembros de la Cámara de los Comunes ya intentaron tomar el control del proceso del Brexit la semana pasada, al votar ocho opciones, y todas fueron rechazadas, aunque una de ellas, la de una unión aduanera con la Unión Europea (UE), fue derrotada por sólo seis votos.

Ayer también se descartó esa opción, pero ahora por sólo tres votos (273 por el sí, y 276 por el no).

Asimismo, las otras tres opciones fueron rechazadas por el Parlamento, anunció el vocero de la Cámara de los Comunes, John Bercow.

Las otras propuestas denegadas fueron las del modelo Mercado Común 2.0, también conocido como Norway Plus, por tener como esquema la relación actual de Noruega con la Unión Europea (261 votos a favor y 282 en contra).

También fue rechazada la opción de lograr una votación en Reino Unido sobre el acuerdo que alcance el Parlamento (280-292), así como la petición de revocar el artículo 50, que sirve para que un Estado miembro de la UE pueda salir voluntariamente de la misma (191-292).

El viernes pasado, la tercera derrota de su plan de salida dejó a May enfrentando una creciente crisis sobre el Brexit, el mayor cambio de política de Reino Unido desde la Segunda Guerra Mundial.

Su gobierno y el Partido Conservador, que ha intentado evitar una escisión por la relación con Europa durante 30 años, ahora están divididos entre quienes exigen que May dirija el quiebre con el bloque y quienes demandan que descarte tal resultado.

Si May decide apoyar a cualquier bando, se arriesgaría a dividir a su partido y derribar al gobierno.

Algunos legisladores conservadores han advertido que apoyarán una moción de censura si ella acepta los llamados para un Brexit que conserve los lazos económicos con la Unión Europea.

Sorprende protesta… por cambio climático

Un grupo de manifestantes semidesnudos que protestaban contra el cambio climático creó un alboroto en el Parlamento de Reino Unido, cuando presionaron sus traseros contra un panel de vidrio que daba a la sala donde los legisladores intentaban concentrarse en el debate del Brexit.

Mientras los parlamentarios comenzaban otra jornada de las tortuosas discusiones sobre cómo y cuándo el país debería abandonar la Unión Europea, unos 10 manifestantes se sacaron la ropa interior para mostrar eslóganes en sus espaldas como “¡Justicia para el clima, ahora!”.

Varios legisladores no pudieron evitar mirar hacia la galería pública y algunos incluso se rieron cuando el laborista Peter Kyle trató de defender un argumento en favor de obligar al Gobierno a realizar una votación para ratificar el acuerdo del Brexit destacando lo que llamó “la verdad desnuda”.

LEG