Ahora que se están destapando las cloacas del sexenio pasado, estaría muy bien que se echaran una vuelta por el desastre que dejaron en el Instituto Mexicano del Seguro Social.

Les cuento, queridos lectores, que hace unos días el Presidente dijo en una de sus mañaneras que hubo un gasto excesivo en la seguridad privada durante los sexenios anteriores, y cito textual:

“El Gobierno contrataba, y todavía lo sigue haciendo, porque no se pueden cancelar de la noche a la mañana los contratos a 50 mil elementos de policías privadas para cuidar las instalaciones del Gobierno. Casi todas las dependencias tenían contrato con empresas privadas para la seguridad de las instalaciones y de las oficinas del Gobierno”, aseguró el mandatario.

No sólo instalaciones estratégicas como se podría pensar, los contratos eran también para cuidar hospitales y otro tipo de oficinas. Esto por supuesto que representaba un gasto excesivo para el Gobierno y una ganancia jugosa para algunas empresas privadas, y es ahí donde está el negrito en el arroz de todo esto.

Les cuento que durante el sexenio pasado, el ex presidente Enrique Peña Nieto le dio a varios de sus cercanos, puestos privilegiados donde hicieron toda una fortuna. Aplicaron aquella máxima de “ya no quiero que me den, nomás pónganme donde hay”.

Ése fue el caso del IMSS, donde se gastaron una millonada en seguridad privada, y las ganonas fueron sólo cuatro empresas a las que se les consintió con millonarios contratos para cuidar instalaciones de la dependencia que ya de por sí se encuentra en números rojos.

Me cuentan mis fuentes en estas cloacas que una de las personas beneficiadas con esos puestos fue un ex escolta de Peña Nieto, alguien que aplicó la misma del general Eduardo León Trauwitz, que si ustedes lo recuerdan se fue a Petróleos Mexicanos dizque a cuidar los ductos.

Pues algo muy similar pasó en el IMSS, ya que Peña puso ahí a uno de sus cercanos casi como pago de favores y por haberlo cuidado durante su etapa de gobernador y después como candidato a la Presidencia de la República.

¿Esto lo sabe Andrés Manuel y por eso mencionó lo del gasto excesivo en seguridad? Y más importante aún: ¿hará algo para poner al descubierto la corrupción en la dependencia y que se castigue a los responsables del desfalco a las arcas del IMSS?

No lo sabemos, pero es importante al menos que se sepan los nombres de esas empresas y de esos funcionarios que dilapidaron el presupuesto de todos los mexicanos.

En el baúl: en el equipo del presidente Andrés Manuel López Obrador causó malestar que se regresara al Senado prácticamente las mismas ternas para renovar el órgano de Gobierno de la Comisión Reguladora de Energía, y varios están ciertos de que sin duda había mejores perfiles. Atribuyen esto a un capricho de AMLO, un manotazo de que sean ésos los nombres, aunque sólo vayan a hacer el ridículo cuando se tenga que elegir a los cuatro comisionados.