La primera ministra británica, Theresa May, enfrenta un complot de su gabinete para destituirla, y once de sus ministros han dicho que quieren su renuncia, reveló el editor político del diario británico The Sunday Times: “está en marcha un golpe de su gabinete para destituir a Theresa May como primera ministra”, afirmó Tim Shipman, quien también citó a un ministro no identificado que advirtió que el final de May como funcionaria será en 10 días.

El número dos de facto de May, David Lidington, es uno de los candidatos para ser primer ministro interino, pero otros están presionando para que asuma el cargo el secretario de Medio Ambiente, Michael Gove, o el secretario de Relaciones Exteriores, Jeremy Hunt, sostuvo Shipman.

Ante dichas versiones, ministros británicos manifestaron su respaldo a Theresa May.

El ministro británico de Finanzas, Philip Hammond, señaló este domingo en declaraciones a Sky News que hablar en este momento sobre expulsar a May era “francamente autoindulgente”.

Hammond pidió al Parlamento británico que se centre en lograr una salida ordenada de la Unión Europea (UE) en lugar de pedir la renuncia de la primera ministra.

“Soy realista en el sentido de que es posible que no podamos obtener una mayoría para el acuerdo de la primera ministra sobre el Brexit y, si ese es el caso, entonces el Parlamento tendrá que decidir no solo sobre qué está en contra, sino a favor de qué estaría”, añadió.

Por su parte, el ministro para el Brexit, Stephen Barclay, dijo que el acuerdo de la primera ministra era la mejor opción y exhortó a los políticos a apoyar a May.

“El gobierno y la primera ministra están a cargo”, dijo Barclay.

El ministro británico de la Oficina del Gabinete y canciller del Ducado de Lancaster, David Lidington, a quien se menciona como posible sucesor de May, declaró a medios locales: “estoy 100 por ciento detrás de la primer ministra”, al reconocer que May estaba “haciendo un trabajo fantástico”.

El sábado, miles de personas que se oponen a la salida de Reino Unido de la Unión Europea marcharon por el centro de Londres para exigir un nuevo referéndum sobre el Brexit, ante la profunda crisis de un proceso que amenaza el puesto de May.

Los manifestantes partieron del centro de Londres con pancartas que proclamaban que “el mejor acuerdo es un no Brexit” o “exigimos una votación popular”.

Los organizadores dijeron que fue la mayor protesta contra el Brexit celebrada hasta el momento.

Si bien el país y sus políticos están divididos, la mayoría está de acuerdo en que es la decisión estratégica más importante que ha enfrentado Reino Unido desde la Segunda Guerra Mundial.

LEG