Durante sus primeros 100 días al frente de la Ciudad de México, la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, ha enfocado el trabajo de su nueva administración a combatir temas de corrupción e inseguridad presuntamente heredados por la gestión pasada; sin embargo, el politólogo Edgar Ortiz Arellano sostiene que insistir en culpar al gobierno anterior, con el tiempo, podría derivar en justificaciones ante posibles resultados adversos en programas o estrategias.

En una entrevista con 24 HORAS, Ortiz Arellano consideró que la seguridad es la principal deuda que tiene la administración de Sheinbaum en sus primeros meses de operación, siendo que se han registrado balaceras y asesinatos protagonizadas por el crimen organizado.

Aunque también destacó que uno de los aciertos que ha tenido esta nueva gestión ha sido que la jefa de Gobierno ha mostrado ser una líder demócrata, abriendo el dialogo con los diferentes sectores público y privados, e incluso con opositores de partidos políticos, a diferencia del Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador.

Señaló que combatir la corrupción será primordial en esta gestión, pero con el paso del tiempo, el tema podría ser utilizado para justificar la mala actuación en programas o estrategias gubernamentales.

El miércoles, cuestionada por la prensa sobre qué le faltaba a la ciudad cuando comenzó su administración, la jefa de Gobierno respondió: “No, le sobraba mucha corrupción, no le faltaba, le sobraba mucha corrupción y le faltaba mucha atención”.

Ayer mismo, al entregar créditos para casas, la mandataria aseguró que “si en un lugar había corrupción es en el Instituto de Vivienda (…), porque algunos aprovechaban que les daban créditos organizaciones para andar vendiendo la vivienda, comercializándola por fuera o aprovechaban para sacarle dinero a la gente con fraudes”.

Otro ejemplo está en la Secretaría de Seguridad Ciudadana, donde la mandataria ha recalcado la falta de policías heredada por la administración de Miguel Ángel Mancera.

“Entramos al gobierno y nos habían dicho que había 34 mil agentes, de los cuales 29 mil eran de la Policía Preventiva; llegamos y sólo había 21 mil policías”, afirmó la mandataria ante ciudadanos de Tláhuac, el 7 de marzo pasado.

Una de las acciones al principio de su administración fue la incorporación de nuevos elementos policíacos; actualmente el estado de fuerza de la Policía es de 24 mil agentes.

En el caso de la Procuraduría General de Justicia (PGJ) de la Ciudad de México, asignada a Ernestina Godoy, se informó que, presuntamente, en años anteriores se maquillaron cifras para evitar que las estadísticas de delincuencia se dispararan en la ciudad.

En el primer bimestre de 2019, las denuncias por homicidio doloso aumentaron 28.5%, mientras que el robo a transeúnte con violencia se incrementó 114%, respecto al mismo periodo de 2018.

LEG